Cap. 12

2.5K 317 14
                                    

Sábado 2, por la mañana...

-Pesas.

-Mm

-Estoy hablando en serio pesas, quítate de encima Mew.

Mew gruño sobre mi cuello.

-Muévete o te tiro al piso.

-Cinco minutos más.

-Puedes seguir durmiendo, pero suéltame.

-No, quiero dormir contigo.

Nuestra cama es enorme no existe nada mejor que una cómoda king size sin embargo Mew prefiere dormir en la orilla de mi lado pegado a mí como sanguijuela. Mew duerme aferrado con su brazo de hierro sobre mi cuerpo cuando dormimos tiende a enredar su pierna y brazos sobre mi dejándome sin escapatoria, en ocasiones me hace sentir como un enorme oso de felpa.

Comienzo a mover mi cuerpo lejos tratando de liberarme del abrazo de Mew pero solo consigo que él se aferre más. He practicado muchos años la paciencia de otro modo ya le habría dado un buen golpe.

1

2

3

Paciencia gulf.

-Suéltame.

-No, ¿a dónde vas? Es muy temprano y es sábado.

-No te importa a donde vaya –me quejó irritado.

-Lo hago, eres mi novio y parte de mi vida –responde Mew con calma.

Logró girar mi cuello para percatarme que Mew tiene los ojos cerrados y una sonrisa de autosuficiencia, él muy astuto cree que la situación es divertida, solo me hace sentir más irritado.

Durante nuestro primer mes juntos he tenido que aceptar el hecho que Mew es una persona muy cariñosa, él necesita del contacto físico constantemente para sentirse bien y demostrar amor. Tres días atrás tuvimos una fuerte discusión porque no le permití tocarme, en ese momento me encontraba de muy mal humor y no quería desquitarme con Mew pero el incomprensible de mi novio se molestó y al final terminamos discutiendo por según él "aburrirme", fue estúpido y el enojo duro alrededor de 3 horas porque el señor se encerró en su oficina.

Pequeñas cosas molestan a Mew y he tenido que ir aprendido al final del día de eso se trata una relación, ya no son solo tus necesidades ahora también deben preocuparte las de tu pareja. En toda mi vida nadie me enseño como poner a alguien antes de mí o incluso amar, y aunque me irrito fácilmente cuando Mew me tiene atrapado con su enorme cuerpo trato de comprender que él me ama y necesita estos momentos. Él es el único al que permito hacer esto.

-Ya pasaron los cinco minutos –anuncié contemplando el rostro de Mew.

Mew abre los ojos con pereza y atrapa mi mirada lo que provoca que él sonría. -Está bien.

-Te toca hacer el desayuno.

-Lo sé. –respondió soltando una risita.

Mew finalmente me suelta, se deja caer sobre la cama y estira su enorme cuerpo soltando ligeros sonidos de gusto. Me siento embelesar, no puedo creer que otro ser humano pueda hacerme sentir tanto con solo ser él mismo. Apoyó mi cabeza sobre su pecho, respiro sobre su camisa de pijama el agradable aroma a Mew y mi mano acaricia con parsimonia sobre la zona que se encuentra su corazón sintiendo el suave latir sobre mis dedos.

-¿Cinco minutos más? –inquiere Mew.

Asentí y Mew se echa a reír, ahueca mi rostro con su mano y comienza a besarme. Sin duda alguna serán otros cinco minutos.

VulnerableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora