Capítulo tres

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LECCIÓN UNO: SOLO A DIOS LO CONOCE TODO EL MUNDO

El sol comenzó a filtrarse tan sigiloso como cuando la luna se ocultó.

LuHan sintió los tibios rayos de sol dar directo a su rostro y perezosamente tuvo que abrir los ojos tratando de ajustarse a la luz de la mañana que entraba por el enorme ventanal de su habitación.

Suspiró pesadamente y se estiró cuál felino mimoso por todo lo ancho de su nuevo colchón.

Repentinamente, sintió agudos nervios al recordar que sería su primer día en la empresa. Durante el fin de semana se había dedicado a visitar los lugares más famosos de las zonas cercanas a la residencia, con MinSeok como su guía.

Todo era malditamente increíble. A cada segundo se enamoraba más y más de Corea porque ante sus ojos ilusionados todo era tan mágico y hermoso; incluso, visitó un exclusivo salón de belleza ya que su mánager le aconsejo un retoque en el tinte de su cabello.

Terminó por cambiar su color de cabello por un castaño muy bonito.

El timbre de llamada de su celular sonó desde su mesita de noche y lo alcanzó justo a tiempo para responder.

— ¿Hola? —

— Quiero imaginarme que ya estás duchado y vestido para irnos ¿Verdad, LuHan? — la pregunta de MinSeok lo hizo darse cuenta de lo tarde que era. Tenía 30 minutos para salir de su lujoso departamento y llegar a los edificios principales o llegaría tarde a su primer día de trabajo.

Que horror.

— ¡Claro que sí! Terminaré en unos minutos. — mintió con todo el descaro del mundo y terminó la llamada antes de seguir perdiendo más tiempo.

A una velocidad récord, LuHan se veía fresco y listo para ir a trabajar. Su jefe le había informado que tenía un departamento en Gangnam, muy cerca del edificio central. El sábado por la tarde, le había llegado un montón de ropa de alta costura con una tarjeta que decía:

"La SH Entertainment es una compañía prestigiosa en todo el mundo; no avergüences a la compañía"

- Kim JunMyeon

Incluso se había tomado la molestia de escribirla a mano.

LuHan se sintió insultado y tremendamente controlado, sin embargo, MinSeok le aconsejó que no hiciera una tormenta en un vaso de agua. Las cosas ya estaban hechas y como su contrato lo estipulaba, a partir de ahora sería propiedad de una voluntad ajena.

Aunque algo muy dentro de él estaba tremendamente agradecido por recibir prendas tan costosas, toda la situación ponía en riesgo sus principios y su moral. La ropa no reflejaba quien era Xiao LuHan en realidad, pero consideró que sería sencillo acostumbrarse a la vida extravagante y debía adaptarse a ella y a la exigente rutina que suponía ser una futura estrella de la SH.

Cinco minutos después, escuchó que llamaban a su puerta. El pelinegro ya estaba esperando por él y rápido salieron del lugar.

🌟🌟🌟

— ¿Sabes cuál será la agenda para hoy? — preguntó una vez estaban él y su representante en el elevador.

— Por supuesto, Amber lo envío ayer por la noche. Tienes lleno hasta el miércoles. Hoy tendrás tu sesión de fotos para las campañas publicitarias de tu debut en Corea. — LuHan se sintió, por primera vez desde que llegó a aquel país, bastante emocionado por trabajar. Eso es lo que más le gustaba, posar frente a las cámaras y transmitir emociones por medio de una fotografía. Eso lo hacía muy feliz, lamentablemente, no se podía ser feliz para siempre, pensó amargamente. — Entonces, tendré que dejarte. Yo iré al área de asesoría legal para informarme del método de trabajo de este lugar. Te veré en la tarde. — y sin más, el chico salió del ascensor unos pisos más abajo del set al que tenía que llegar él.

Lecciones para Oh SeHun [HunHan]Where stories live. Discover now