Lecciones para Oh SeHun [HunHan]

Capítulo nueve

LECCIÓN OCHO: EL PERDÓN SE GANA.

— Oye, DongHae — el hombre emitió un sonido con la garganta de estarlo escuchando, pero ni siquiera aparto su mirada del celular. — En un caso hipotético, si hubiera llegado a cometer algún error... No es que lo haya hecho, solo es una duda... ¿Qué puedo hacer para solucionarlo? — Preguntó en un tono que pretendía ser de desinterés.

— ¿Quieres pedirme perdón, SeHun? —el chico intentó no rodar los ojos pero falló magistralmente.

— Sigue esperando sentado DongHae. Te pago para que me soportes. — la risita burlona que soltó el representante lo molesto. — ¿Sabes qué? Olvídalo. Nunca se puede hablar contigo. — rumió con los brazos cruzados y desvió su mirada a la ventana.

— Si estás hablando por lo que pasó con LuHan la otra noche, te advierto que tendrás un trabajo muy complicado por delante. — SeHun se sorprendió por el hecho de que jamás se lo contó a DongHae y el mayor notó su confusión. — No te sorprendas tanto. Soy tu manager y tengo que saberlo todo, así que deja de hacer esa cara.

— Bien, de todas maneras olvida lo que te dije... Ya sabré como arreglarlo. — SeHun sabía que el hombre quería decir algo para contradecirlo, sin embargo, en su lugar soltó una maldición con su vista clavada en el aparato electrónico. — ¿Qué pasa? —

— ¡Mira esto! — SeHun tomó el celular y leyó la nota en la pantalla.

[+] Esta mañana nos han llegado las especulaciones de una fuente anónima de que Do KyungSoo, el cantante y actor de la SH Entertainment ¡ha estado en una relación y presuntamente casado durante largos años!

¿Será verdad? Esperamos una confirmación oficial de los datos. Los mantendremos informados.

— ¡Mierda! Seguramente fue esa loca de SeoJeong. — rumió totalmente molesto. — Esto será malo. —

— Y se pondrá peor. Ve eso. — la camioneta donde viajaban llegó a la entrada del edificio de la SH.

El horror que sintió en ese momento no tenía palabras para describirlo. La enorme horda de reporteros que se amontonaban como abejas enfurecidas a la miel, era espeluznante. Realmente eran miles de personas gritando y haciendo un escándalo en búsqueda de cualquier cosa que pudieran obtener.

Sus ojos no eran capaces de enfocarse en ningún punto de aquella multitud, sin embargo, algo captó su atención.

Si bien la mayoría de los hombres y mujeres tenían sus cámaras enfocadas en las puertas principales del edificio, un grupo considerables de reporteros rodeaba una de las camionetas de la empresa que estaba en la acera.

Rápidamente su mente supo que se trataba del auto donde viajaba LuHan.

Maldijo en voz baja.

Conocía tanto a la pequeña princesa como para estar consciente de que en esos momentos podría estar hiperventilándose debido a la aglomeración agresiva de personas. LuHan no estaba acostumbrado a ese tipo de espectáculos, así que movido por un sentido de protección visceral salió disparado del auto y que lo ayudará el cielo en su plan suicida.