Capítulo nueve

1.9K 277 115
                                    

–Pero, pero... –dice Hoseok tras darse cuenta lo que le pasaba a la multitud, reflejando una cara de asustado–. ¿Que está pasando? Esas personas...

–No se mueven... –concluye Jungkook mirando a su alrededor. Yo seguía imperativo y con calor... Seguía sudando, observé y ninguno de los chicos suda. ¿Por qué yo sí?

“Taehyung... Tu amigo morirá”

Namjoon bajó el micrófono observando como las personas aún se mantenían detenidas, sin mover ningún músculo. Siento cada vez como el latido de mi corazón de acelera, eso no se sentía normal.

–¿Presentador?–namjoon llama al Presentador detrás de escenario, pero se detiene al saber que él tampoco se mueve tocándolo por todos lados–.¡Presentador!

–¿Por qué nosotros si nos podemos mover? –pregunta Seokjin intentando no tocar a nadie abrazándose a sí mismo. Jimin me mira de reojo intentando no entrar en pánico.

Namjoon baja del escenario casi encima de la multitud sin tocarnos, pero con la dirección hacia nosotros. Le parecerá extraño porque nosotros 7 si podemos movernos.

–Ustedes... –pregunta Namjoon ya muy cerca de nosotros–. ¿Ven lo mismo que yo?

Todos los chicos asistieron... Yo solo escuchaba como mi corazón latía más fuerte. Me empezó a dolor un poco el pecho dando un leve quejido, intenté hacer presión con mi mano así por lo menos aliviar un poco el dolor.

Winter Bear... Debes regresar al bosque”

–Chicos... –hablé en casi un susurro pero obtuve la atención de los cinco chicos–. Tengo que contarles algo.

Y justo en ese momento el suelo comenzó a temblar.

Parecía una especie de sismo, provocando unos sustos y gritos. Los chicos empezaron a correr a esconderse en algún lugar donde no estuvieran en peligro alguno.

Tienes que pensar; piensa que estás ahí. Piensa, piensa”

Jimin quiso tomar mi mano pero yo lo solté, me acosté en el suelo y me abrace a mí mismo en posición de feto cerrando los ojos para enfocarme más en recordar el sitio a la perfección. De pronto, siento como unos brazos me rodean por el cuerpo y por el aroma, sabía que se trataba de los brazos de mi mejor amigo.

Todo se detuvo y me apresuré por abrir los ojos. Estábamos nuevamente al lugar oscuro con charcos de agua.

Recuerdo perfectamente el lugar porque fue la primera pesadilla que tuve al regresar.

Ya no sentía a Jimin sosteniéndome, estaba completamente solo. ¿Dónde están los chicos?

Me levanté del suelo volteando por todos lados en busca de la presencia de los chicos, mi respiración se volvió agitada y otra vez las gotas de sudor aparecieron en mi frente. Mi manos temblaban y era por la desesperación de no saber que ocurrirá con nosotros.

Entonces entendí, ya estamos en la primera puerta.

–¡Jimin-ah! –grité el primer nombre que me vino a la mente con todas las fuerzas haciendo una especie de eco en el lugar–, ¡Jimin-ah! –empecé a caminar en todo en lugar sin rumbo a dónde realmente–, ¡Hoseok! –seguí llamando y no había respuesta–, ¡Seokjin!, ¡Namjoon!, ¡Jungkook!

¿¡Dónde están, maldita sea!? 

Siento que empezaré a llorar a medida que los minutos pasan sin escuchar respuesta de ninguno de mis amigos.

Detuve mis pasos cuando observé que a lo lejos de mí había una figura de una persona justo al lado de un charco parecido al cual me tiré en el sueño. Debido a mí miopía era difícil descifrar quién era. Comencé acercarme cada vez más y pude notar perfectamente de quién era.

Sus ojos miraban fijamente la luz que reflejaba el agua en el suelo. No...

–¡Hyung! –grité con muchas fuerzas, deseando que no se lanzará al agua, sabía que dentro de ella se encontraba una profundidad. Él se mantenía aún inmóvil–. ¡Yoongi, no! –corrí más rápido–, ¡No te lances ahí! ¡No! ¡No!

Antes de tomarlo del brazo, Yoongi se había lanzado y yo no dude en hacerlo también.

Tarde unos segundos en entender la situación ya dentro del agua, entendí perfectamente que ya había estado aquí antes tras reconocer el mar tan celeste y triste. Busqué rápidamente a Yoongi y se encontraba justo debajo de mí, sin hacer nada para seguir nadando, parecía flotando como un esqueleto sin vida.

Nadé rápidamente hacía él, lo cogí de su camiseta que es la misma que cuando lo vi hoy, lo elevé y con toda mi fuerza lo agarré como un oso de peluche para llevarlo de vuelta hacia arriba y salir de aquí. Ya no podía aguantar mucho la respiración.

“Taehyung...”

No me detuve, seguí nadando tratando de ignorar esa voz. Necesito salvar a Yoongi.

Pero luego sentí como me dolía la cabeza cada vez más fuerte que nadaba debido a un fuerte ruido que me volvía loco. Luego, unas imágenes aparecieron en mi campo de visión: Yo flotando solo en este mismo lugar, como en aquel sueño, sólo que mostrando algo que yo no vi, a alguien nadando hacia mí, muy rápido sosteniendo mi torso y llevándolo fuera del agua.

¿Realmente alguien me salvo?

Y ese no era alguien desconocido, sino el mismo Min Yoongi salvando mi vida.

Las imágenes desvanecieron se mi mente y regresé a la actualidad, agarré mas fuerte a Yoongi y con el objetivo determinado pude sacarlo fuera de estas aguas volviendo a controlar mi respiración e intentar calmarme.

Así que, Yoongi si estuvo en mi sueños...

Me acerqué a él a notar su piel más pálida de lo normal, todo mi cuerpo sintió miedo. No, no, no... Él no...

Traté de colocar mi oreja en su pecho para escuchar un posible latido, de la desesperación no escuché nada, así que con mis manos trate de empujar en su pecho fuerte para así liberar la posible agua en sus pulmones. Sin resultado aún, con mi mano izquierda  tape su nariz y con la otra mano apreté sus cachetes para abrir su boca y hacer.... Rayos, no le contaré esto a nadie.

Sin resultados, volví a empujar su pecho y después de tres intentos más Yoongi botó toda el agua que había tragado. Un alivio se apoderó de todo mi cuerpo y me alejé un poco.

–Mierda –tosé Yoongi muy fuerte antes de decir más groserías, se debe sentir fatal–. Tú... –me mira después de haberse calmadado–. ¿Que ha pasado?

–Sí me has visto, Yoongi –le respondo la pregunta que me hizo cuando me conoció.

–¿Qué? –se confunde. Aclaro mi garganta.

–El chico que salvaste del agua aquella vez, no fue un sueño, fue real –yoongi me mira quitando su confusión, sé que entiende lo que hablo–. Era yo y fue en este mismo lugar.

Yoongi no responde, sólo controla su respiración mientras observa el lugar cuando lo menciono. No espero ninguna respuesta de su parte.

–¿Taehyung? –reconocí la voz de Jimin cerca nosotros. Miré detrás de Yoongi y pude observado parado viendo a nuestra dirección.

–¡Jimin!

Corrí hacia él para abrazarlo pero justamente cuando llego a él, Jimin desaparece con el lugar. Y ahora, me encuentro en una especie de pasillos de un hospital abandonado.

¿Jamás existió BTS? Where stories live. Discover now