Capítulo díez

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Un extraño escalofríos me provocó el lugar a medida que caminaba los pasillos solitarios, se sentían solos y muy descuidados. No me gustaba para nada este lugar.

–Taehyung...

Escuché claramente la voz de Jimin por la cercanía, se encontraba cerca, así que aceleré mis pasos para ir a buscarlo. De todas los pasillos solo una se encontraba abierta con una pequeña iluminación en ella–: Taehyung...

No dudé, corrí para entrar a esa puerta.

No..

Puede...

Ser...

Encontré a Jimin arrodillado enfrente de alguien aparentemente en coma en una camilla sosteniendo sus manos. Pero... Este Jimin tiene mismo el aspecto cuando lo vi la última vez en el concierto. ¿Cómo es posible?

Escuché sollozos por parte de Jimin y sentí un pequeño cosquilleo en las puntas de mis manos. Decidí acercarme a pasos lentos sin querer interrumpir.

–No mueras... –susurró Jimin con voz débil debido a las lágrimas que corrían su rostro–. No puedo vivir sin tí.

Al estar ya justo de lado de Jimin observé a la persona que se encontraba en la camilla provocándome escalofríos, terror e incluso dolor en mi garganta.

Era yo mismo.

Retrocedí varias veces asustado y por mi torpeza caí de espaldas debido a lo liso que se encontraba el piso. No... Yo no estoy muerto, estoy aquí. Quería hablar, quería hacerlo, pero algo me impedía, sentía que mi voz casa vez era más pequeña y más dolorosa.

Como si mi presencia no existiera apareció Namjoon con la apariencia de antes, después del concierto en Seoul. No... Estos no son los chicos de 2012.

–Jimin... –tocó gentilmente el hombro de Jimin para llamar su atención–. Debes salir.

–No... –se niega mientras sostiene más las manos del Taehyung en la camilla, otra vez, siento ese cosquilleo–. No quiero hacerlo.

–Vamos... Debes ir a casa, a descansar–trata de convencerlo poniendo a su altura–. Yo me quedaré aquí por tí, no te preocupes.

–Acaba de dejar de respirar por un maldito momento –dice con un ligero enfado–, no me pidas que no me preocupe. Pensé que lo había perdido...

–Yo también, Jimin. Yo entiendo...

–¡No!, ¡No entiendes! –escupe–. Él es mi amigo.

–Y el mío también–le reclama Nam–, debemos calmarnos, discutir no arreglará nada.

–Sé por qué quieres que me vaya... –le dice bajando el tono, parece lastimado, herido. Mis manos empiezan a temblar. Decido levantarme para continuar observando–. Por eso, no me iré.

–Tenemos que tomar una decisión...

–¿Que decisión? –salto yo a preguntarle a Nam, pero este no se mueve, sólo está observando a Jimin muy decaído–, dime qué carajos ocurre.

¿Acaso no me escuchan?

–No estoy de acuerdo con los padres de Taehyung –niega repetidamente la cabeza Jimin–, él aún puede vivir.

–Ya ha pasado un año que Taehyung no despierta–me paralizo–,¿quieres acaso que se pudra como un vegetal?

No, no, no... Esto no es real.

Esto no es real.

Esto no es real.

Entonces todo en mi colapsa. Jimin se levanta enojado mirando a Nam con mucha furia. Decido alejarme asustado por la reacción. Estoy muriendo...

–¡Tu no eres un buen hermano! –escupe con mucha fueria–. ¡Tu no tienes esperanza en él! ¡Quieres que muera!

–¡Como su hermano no quiero verlo en este estado! –le escupe devuelta–. Es mejor para Taehyung parar este sufrimiento, no es sano, ni tampoco para tí. No depende de nosotros esta decisión.

–¡Me niego ver cómo pierdo a mi mejor amigo!

–¿Y no lo haces ya?

Jimin grita fuertemente de frustración juntarnos sus manos para evitar una posible golpiza.

Esto no es real.

Esto no es real.

Cubro mis oídos para evitar escuchar su conversación. El resto de los chicos se acercaron a ellos para evitar una posible pelea, pero no decidí mirar más. Me di la vuelta para cerrar los ojos y convencerme que esto no es real para salir de aquí.

–Esto es real, Taehyung...

Es la voz de Verónica.

Me giro para observala justo al lado de la camilla con un vestido negro muy elegante y un peinado muy hecho perfectamente a corde al vestido. Me seco los mejillas por la lágrimas y me atrevo hablar.

–Tú...

–Esto está pasando justo ahora mismo –habla caminando acercándose a mí, ahora, solo escucho como sus tacones hace sonido debido a sus pasos–, después del accidente te llevaron al hospital y bueno... –observa la camilla–. Estás en esta situación.

–¿Por qué? –pregunto ya cansado, herido y muy rendido–. ¿Por qué me haces esto?

Ella suspira mirándome sin ninguna expresión reconfortante.

–No soy Verónica realmente –dice y se detiene al frente de mi–. Sólo soy un reflejo de ella, tu consciencia no deja de pensar en ella–me sorprendo por la confesión–. Mi madre... Ella te ha estado observando, yo solo soy una marioneta.

–¿Quién es tu madre?

–La lechuza.

–No, la lechuza no–negué sin dejar de mover los pies–. Hice las pases con ella.

–Ella aún cree –se acerca más muy lentamente, tanto que puedo sentir poco poco como nuestro espacio personal se elimina–... que necesitas una pequeña lección. Al parecer, le recuerdas a muchos hombres que fueron malos con ella en su época–juega un poco con mi cabello mojado por el sudor. Su aura da calor... Puedo sentirlo. Su toca hace que quiera llorar al sentirme torturado psicológicamente–. Vamos, apenas estás en la segunda puerta. Ya estarás en la tercera...

Su caricia es mas profunda ahora, su mano izquierda acaricia mi mejilla mientras que la otra aprovecha de acariciar mi pecho encima de la ropa. Respiré profundo debido a eso, eso me resultaba completamente hipnotizante. Acerca su nariz a la mía dando una pequeña caricia moviendo su cabeza de un lado a otro y nuestras respiraciones se mezclan. Sus manos están en todo mi pecho sin parar su caricia.

–¿Ter..cera puer...ta? –tartamudo un poco debido a su cercanía.

–Sí, debes ver a Jungkook.

Y une nuestros labios en un beso tímido que luego se transforma en algo más salvaje, decido seguir su ritmo poniendo mi mano en su cuello para tener control. ¿Cómo hace para que no quiera alejarme de ella?

Después de uno segundos siento como su labios se vuelve más finos, más suaves y más tímidos, era una mezcla demasiado extraña cuando al comienzo sus labios eran muy grandes. Así que, abro mis ojos por la curiosidad y me di cuenta que no estaba besando a ella.

Estaba besando a Jungkook.

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Hola, bebés.
Una pequeña advertencia: No se ilusionen mucho con el beso :)

¿Jamás existió BTS? Where stories live. Discover now