Especial:Reconciliación

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Snape, ahora profesor de Pociones en Hogwarts, fue llamado al despacho del director del colegio mágico.

-Hola Severus-Saludó el anciano director al verle entrar aquel día de enero.

-¿Qué quiere?-Preguntó Severus mirando a Dumbledore con intriga y un poco de molestia.

-Requieren su presencia en la casa de los Potter-Severus le miró sorprendido-Si quiere recuperar su amistad con Lily le aconsejo que vaya.

Snape se mostró pensativo un momento pero luego se dirigió a la chimenea.

-Salude a los señores Potter de mi parte y comuniqueles que iré a visitarles este fin de semana-Tras las palabras de Dumbledore Snape viajó por la red Flu hasta la casa de los Potter en Valle de Godric.

Al llegar allí no encontró a Lily pero si estaban Los Merodeadores y unos bebés que reconoció como Harry y Melanie Potter.

-Hola Snape, siéntate-James se mostró respetuoso y le ofreció sentarse. El ex Slytherin se sentó en el sillón que James le había indicado sin saber a que venía todo eso.

Los Merodeadores también se sentaron y James habló.

-Queríamos pedirte perdón-Eso sorprendió de sobremanera a Snape-Sabemos que eso no arregla nada de lo que te hicimos en Hogwarts pero igualmente queremos hacerlo porque sabemos que estuvo mal.

James mostraba convicción en sus palabras, no había ni una gota de arrogancia en su mirada, sino arrepentimiento. Snape comprendió que por fin había madurado.

Miró a Sirius que mostraba estar de acuerdo y después miró a Remus. Él no sólo mostraba estar de acuerdo, también mostraba su orgullo porque al fin James y Sirius hubiesen comprendido lo malo de sus actos en la adolescencia.

Tragándose su orgullo Snape respondió.

-Creo que yo también debería disculparme-Dijo para sorpresa de los otros tres-Siempre traté de que os expulsaran y no me siento orgulloso de eso así que también os pido disculpas.

-Disculpas aceptadas-James se levantó de su asiento y extendió una mano hacia el profesor de pociones. Severus también se levantó de su siento y estrechó la mano de James.

Sirius y Remus también extendieron sus manos y Severus las estrechó dando fin a su enemistad.

-Dentro de una semana es el cumpleaños de Lily, estamos haciendo una fiesta sorpresa para ella y me gustaría que vinieras-Volvió a hablar James.

-Creemos que deberías arreglar las cosas con la pelirroja-Habló por primera vez Sirius-Aunque ella trate de ocultarlo todavía quiere ser tu amiga.

Severus nunca pensó que algo dicho por un merodeador fuese a causarle una sonrisa, mucho menos que ese merodeador fuese Sirius Black.

Cuando Severus volvió a su casa aquella noche pensó en que deseaba que el 30 de enero llegara pronto.

Contrario a sus deseos la semana pasó lenta y durante esta estuvo pensando en que le diría a Lily. En cual era la forma correcta de disculparse por todos sus errores.

El 30 de enero llegó y ese viernes cuando acabaron las clases Dumbledore, Severus y Minerva se dirigieron por la red Flu a la casa de los Potter. Lily aún no había vuelto del trabajo por lo que la sorpresa se estaba preparando sin problemas.

Cuando llegaron ayudaron al resto a terminar de preparar la sorpresa y cuando Lily llegó de trabajar todos se escondieron.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-Dijeron todos saliendo de sus escondites, los bebés rieron y Lily sonrió agradecida hasta que vio a Severus. Le miró confundida.

-¿Podemos hablar?-Preguntó el profesor de pociones. Lily vio como James asentía repetidas veces a unos metros de distancia detrás de Severus.

Suspiró-Está bien.

James les vió irse a otra habitación para hablar en privado y sonrió, esperaba que su esposa recuperara finalmente a su mejor amigo.

Les vio volver un rato después cuando él estaba hablando con Dumbledore. Parecían haber resuelto sus diferencias.

-Veo que al fin han resuelto sus diferencias-Fue Dumbledore quien resaltó aquello.

Severus y Lily sonrieron.

Siete meses después.

Era 28 de agosto de 1981, Lily estaba dando a luz. Después de unas largas e interminables 4 horas James llegó a la sala de espera donde sus amigos estaban esperando ansiosos con un bebé pelirrojo y con los ojos avellana.

-Os presento a Edward Fleamont Potter-Dijo James sonriendo enormemente.-Sus padrinos son Severus y Minnie-Los nombrados miraron sorprendidos a James.

James dejó al pequeño en brazos de Severus que miraba al bebé con ternura. Rápidamente Minerva exigió tener a su ahijado en brazos lo que fue el inicio de una divertida disputa entre los padrinos del niño.

-Te vamos a querer mucho, pequeño Eddie-Dijo Severus mirando con ternura a Eddie antes de dárselo a Minerva.

Nueva vidaWhere stories live. Discover now