7

863 54 3
                                    

Narra Alfonso

Mire el rubor que habia subido a los pómulos de Anahi, la llamarada de interés en sus ojos que ella apago. Any pensaba que era un juego, ingeniosas replicas de carácter sexual que fácilmente podria poner a un lado mas tarde...

Anahi no podia saber, pensé con una hebra de diversión, cuanto disfrutaría yo de hacer ambas cosas con ella, el nivel de dominación que yo poseía era increíblemente alto, introducirla en ser atada... Tomada del pelo, atormentada o emparedada entre mi cuerpo y el de Diego... Es un amigo con el que yo tenia la ilusión que Anahi tuviera su primera experiencia en un trio

Drásticamente aplaste mi lujuria, eso de compartirla no seria fácil... No ocurriría a menudo pero habia un placer particular en ello que no podia ser encontrado en ningún otro acto sexual

El pensamiento de tener el control total de ella, de su cuerpo, sus deseos, su sensualidad, era un afrodisiaco casi imposible de resistir

- No deberías desafiarme Anahi- le advertí cuidadosamente- no sabes lo que estas pidiendo

Me sentia moralmente obligado a darle la oportunidad, y solo una oportunidad para aquietar los deseos rugientes que crecían dentro de mi... En cambio anahi no sabia, no podia saber que la sexualidad era parte de mi a tal grado. Una sexualidad y un oscuro deseo que yo habia estado dispuesto a amortiguar por ella, pero su atrevida declaración de que ella podria manejarlos era mas de lo que yo podia resistir

- Tal vez lo se-Ame la calidad jadeante de la voz de ella, la mezcla de miedo y lujuria en su tono de voz era una combinación embriagadora-

- Cojeria tu cuerpo-gruñí avanzando hasta ella otra vez- ¿es eso lo que tu quieres?

- Mmm...- sus rosados labios se fruncieron en un mohín de meditación- suena interesante Alfonso, pero tu sabes no le permitiría a cualquiera tales privilegios-suspiro ella con pesar- lo siento amorcito, pero aparentemente no estas de suerte

Oh, ella estaba en problemas. Mantuve su expresión solo ligeramente divertida, permitiendo a mi encantadora muchacha cavar en su propia tumba

- ¿y que cualidades debe tener un hombre para ser tan afortunado?-pregunte mientras deliberadamente maniobraba para ponerla contra la pared, por un momento una vulnerabilidad cautivadora brillo en los ojos de ella-

- Algo que tu no tienes-me pregunto si ella habría percibido la pena de su voz-

- ¿y que seria eso nena?-queria atraerla hacia mi pecho, abrazarla, asegurarle que cualquier cosa que ella necesitara, cualquier cosa que ella quisiera seria suya con tan solo pedirlo-

Anahi se aparto con fuerza de mi, su natural actitud defensiva asumiendo el control nuevamente, ese destello de dolor en sus ojos sobrepasando la necesidad de jugar, bromear conmigo y tentarme

- Corazón Alfonso, debe tener un corazon-dijo mordiendo las palabras- y realmente no creo que tu tengas uno

Luego de decir eso se marcho dejándome una vez mas con la palabra en la boca y un dolor inexplicable en el pecho, pero obviamente esto no se quedara asi

Narra Anahi

Me marche dando media vuelta rapidamente, la cólera envolviéndome... Eso hizo poco por apaciguar el deseo o el rugiente caldero de emociones que amenazaban con abrumarme

Maldición, doble maldición. No podia amarlo no podia necesitar su amor

Dos años de discutir con el, luchando contra sus avances y sus acaloradas miradas, no pudieron haber causado esto

Sentí mi cuerpo temblando, mi pecho agarrotado por las lagrimas, amar a alfonso era imposible. No tenia ninguna oportunidad contra las mujeres sofisticadas y experimentadas con las que el se acostaba habitualmente, yo las habia visto, las habia odiado... Saber que el las habia llevado a su cama, que las habia hecho gritar con su toque era mas de lo que yo podia tolerar, seguramente ellas no lo amaron, pero yo tenia el mal presentimiento de que lo haria tarde o temprano... Lo amaría

Me desperté unas horas mas tarde, la sensación de ser observada, estudiada, se abrió camino dentro de mi sueño erótico con alfonso bromeando, tentándome con un beso que nunca llego

A punto de gritar, la presencia de Alfonso en mi habitacion empezó a cobrar sentido...

Parpadee abriendo los ojos, mirando ceñuda la suave luz de una vela en la pequeña mesa de media luna junto a mi cama... Volviendo la cabeza, mi corazon comenzó a correr

Alfonso estaba sentado al lado mi cama mirándome, sus ojos color miel entrecerrados, su musculoso pecho desnudo, pero mis ojos se agrandaron, luego volaron hacia abajo

El estaba desnudo... Dios mío ¡El estaba desnudo!

La Tentación (Ponny)Where stories live. Discover now