- ¡oh por dios!-la humillación se disparo a través de mi sistema, segundos mas tarde cuando alfonso salto para ocultarla de la vista-
El jalo su pantalón del piso, protegiéndome mientras se vestía rapidamente. El cuerpo de Alfonso estaba rígido de furia mientras yo manoteaba mi vestido, mis dedos temblando tanto que apenas podria pasarlo sobre mi cabeza
- Lo siento nena-susurro el, sus labios acariciaron mi pelo mientras me arreglaba el vestido-
Sacudí mi cabeza, sintiendo el calor subiendo por mi cara. Con un ultimo toque de la punta de mis dedos sobre mi mejilla, alfonso se volvió hacia mi madre
- ¿Cómo diablos consiguió entrar?-su voz era colérica oscura y peligrosa cuando enfrento a Mia, mi madre-
- ¡No vine aquí para hablar con usted bastardo pervertido, eso es lo que usted es... Mire como corrompió a mi hija, es justo como esa malvada hermanastra suya!-mi madre estaba chillando ahora-
Sentí mi cara encendida de la vergüenza mientras me paraba, mis piernas temblorosas por mi esfuerzo y miedo ¿Dios querido, como habia entrado mi madre a la casa?
- ¿Por qué estas aquí mama?-mi voz estaba espesa por las lagrimas y la turbación-
Yo no me avergonzaba de haber experimentado la sexualidad el acto. Pero ser atrapada haciéndolo era mortificante ¡y por mi madre!
- Vine para ver por que estabas aquí, después de que averigüe que tu padre y su prostituta estarían lejos durante la semana-dijo ella con desprecio- ¡Tu ni siquiera me habías llamado, estaba preocupada!
El clásico intento de mi madre de hacerme sentir la culpa, cuando yo pasaba un tiempo con mi padre
- Anahi, ve a la ducha o algo-el me atrajo a sus brazos, besando mi cabeza suavemente, sus calmantes manos sobre mi espalda- déjame ocuparme de esto
Yo sacudí mi cabeza
- No te necesite para luchar mis batallas antes de esto Alfonso, no te necesito para hacerlo ahora-le dije- no hice nada malo...
- ¿malo?-la voz de mi madre era penetrante- ¿piensas que coger con tu pervertido amante no esta mal Anahi? Te crie para ser algo mejor que la puta de algún depravado bastardo
Yo temblé ante la furia en la voz de mi madre
- Diablos, sácala de aquí-dijo Alfonso-
- ¿ustedes simplemente pararían esto?-yo pase mis dedos por mi pelo, odiando el temblor en mis manos mientras enfrentaba a mi madre-
Años de hacerme sentir avergonzada de mi sexualidad, de mis necesidades como mujer, recordando los sermones de la época en que era una niña, acerca de las depravaciones del sexo y los pecados de la carne
- Mama, te dije que estaría de regreso después de la fiesta-suspire, apoyándome contra Alfonso, agradeciendo en cierto modo el no tener que ocultarme de mi madre ahora-
- ¿Cómo puedes hacer esto Anahi?-la expresión de mi madre era lívida, sus ojos grises brillaban de furia- ¿Cómo puedes haber hecho algo tan depravado?
- ¿depravado?-sacudí mi cabeza, suspirando- simplemente soy diferente a ti... Lo siento
Una lagrima escapo de mis ojos. Yo odiaba estar enfadada con mi madre, tal como habia odiado tener que dejar a mi padre hacia tanto tiempo
Cuando termine de hablar, un movimiento detrás de mi madre capturo mi atención. Mi padre, alto y fuerte su cara heladamente furiosa, entrando en el cuarto
