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- ¿Anahi?-la voz de Alfonso era tierna, cálida mientras se movía a mi lado- ¿estas bien?

Sentí las cuerdas aflojarse, mis manos callosas y gentiles sobre mi piel mientras me desataba y me ayudaba a extenderme sobre la cama. Permanecí desmadejada, ya saciada que apenas podia moverme. Era consciente del movimiento de poncho a lo largo de la cama a mi lado, girándome sobre su espalda, su expresión cuando lo miro es de preocupación de gentil

- Soñolienta-murmure y lo estaba. Tan cansada, tan emocional y físicamente agotada que apenas podia permanecer despierta-

- Duerme Any-me beso gentilmente en la mejilla- descansa pequeña empezaremos de nuevo mañana

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Alfonso se tendió al lado de Anahi, colocando el edredón sobre ellos, ignorando completamente sus palpitantes deseos, habia llegado al Clímax con anahi, pero no era suficiente. Necesitaba enterrarse dentro de ella, sentirla, apretada y caliente... Encerrándole en su satinado calor

Y sabia que la lucha no habia acabado. Aceptar el placer completado con dolor era fácil para Anahi, someterse a el seria parte dura. Ceder ante el sin importar lo que el le pidiera, sin importar lo que demandara para el placer sexual de ella, seria una pelea. Una a la que el le tenia ganas, conocia a any mejor de lo que ella misma se conocia, no era el dolor, era la dominación, la sumisión hasta los extremos sexuales que ella ansiaba, ella queria luchar, queria ser vencida y el queria dárselo

Anahi empujo contra el, disfrutando el calor de su cuerpo, de su presencia. Habia soñado con esto durante dos años. Lo supo desde el momento en que conoció a anahi que ella tenia una parte de el que ninguna otra mujer tendría nunca. El pensamiento de eso le habia atormentado, lo habia torturado con lujuria. En los pasados meses, se habia puesto peor, vivía y respiraba todos los días la necesidad de ella. Era como una fiebre que ardía en sus entrañas de la cual no podia huir

Y ahora el la tenia. Para la noche de san Valentín, la ultima lección de ella, su sueño erótico finalmente realizado, ella sabría quien dominaba su cuerpo y su corazon

Narra anahi

Estaba dolorida. Mi cuerpo entero palpitaba, protestando por mi desvelo, los músculos de mis piernas estaban tiesos y ardidos, mis brazos y hasta mis pechos estaban adoloridos

- Abre los ojos dulce, necesitas un baño caliente-la voz de alfonso era firme, no tolerando ningún rechazo-

Mis ojos se abrieron y mi cabeza giro hacia el

Mi corazon empezó a latir aceleradamente viendo como a alfonso se le formaba una sonrisa en su rostro

- Ve al cuarto de baño, luego regresa aquí. Si intentas algo indebido te atare otra vez y te dejare alli el resto del día-me amenazo-

Fruncí el ceño, pero sabia que no queria experimentar la tortura de estar atada y babeando de necesidad. Me torturaría, luego me abandonaría para que sufriera de mi excitación yo no estaba lista para correr ese riesgo aun, no después de anoche

Entonces me levante de la cama y camine con cautela hacia el cuarto de baño. Despues de aliviar mi necesidad mas apremiante, cepille mis dientes y lave mi cara, luego regrese al dormitorio. Mi estomago era un nudo de nervios, preguntandome como planeaba alfonso seguir con la sensual tortura que habia comenzado la noche anterior

- Sobre tus rodillas-el cabeceo hacia la cama, estaba de pie al lado mio desnudo-quedate quieta- me ordeno antes que yo pudiera moverme- bajo tu gabinete hay algunas provisiones personales que compre para ti. De ahora en adelante las usaras siempre que yo te las diga de hacerlo ¿entendido?

- Si-susurre, sintiendo arder mi cuerpo entero mientras el pasaba sus manos por mi trasero-

- Ve a bañarte Anahi, antes de que haga algo para lo cual ninguno de los dos esta listo. Ven abajo cuando estes lista-me dijo-

Me levanto mirandolo, trato de luchar para mantener el control

- ¿esta papa en casa?-pregunte-

- No, aun no-el sacudio su cabeza- el regresara la noche antes de la fiesta. Eres mia hasta entonces ¿puedes manejarlo Any?

La Tentación (Ponny)Where stories live. Discover now