Capítulo 37 (Parte 2/3)

50 27 64
                                    






Crisis mental de Katherine (2/3)

Sick like me

Cada lágrima derramada era un beso en mis mejillas

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Cada lágrima derramada era un beso en mis mejillas. Acariciaba mi piel con dulzura. La timidez no existía entre estas sábanas blancas. Me dejaba llevar y seguía este pacto sexual como algo sagrado, una flama que no se apagaba.

Unos brazos fuertes que me tomaban con delicadeza, pero que cada vez aumentaban la fuerza del agarre. Hasta que me dolía. Intenté forcejear, pero no pude, estaba inmóvil. Tampoco podía gritar, él tapaba mi boca, y de repente ví sangre. Mucha sangre en las sábanas blancas. Quise vomitar pero no podía hacer nada, era una presa. Sólo una débil e inútil presa, con miedo y desesperación.

—No intentes luchar, siempre será el mismo resultado —escuché con suma atención. Mis ojos estaban cristalizados, estaba muriendo lentamente. Él presionaba con fuerza mi cuello, después, tomó un gran cuchillo que brilló con la luz del sol, indagando en la habitación ya no tan sombría—. Déjate morir, Katherine. No intentes luchar.

Cerré los ojos con fuerza. Todavía sentía su endurecido miembro entre mis piernas. Estaba tan avergonzada, y después se puso peor. Con el mismo cuchillo que había dejado a la vista, empezó a clavarme en el pecho con total brutalidad que mis gritos no se quedaron atrás. Pero me estaba dejando morir, aún sabiendo que mi camino no sería la luz eterna, si no el sombrío infierno que se repetirá una y otra vez.

Tal vez no todas las almas tenían una divina salvación.

—¡Deja de gritar, Katherine! —era Claudia, quien estaba estupefacta, mirándome con seriedad y extrañeza al mismo tiempo. Luego se acercó y me abrazó—. Disculpa por hablarte fuerte, pero me asustaste niña. Todo está bien, fue sólo una pesadilla. Sólo una pesadilla.

Nada está bien.

Todo en mi vida es una maldita pesadilla.

—Déjame adivinar —dije con aburrimiento—. Todo fue una alucinación.

—¿A qué te refieres con todo, niña? Explícate bien.

Hasta ya estaba extrañando su acento ruso marcado. Entendí que todo había sido una terrible alucinación, pero nada más que eso. La observé con tranquilidad. Ya sabía todo lo que pasaría en este día, pero no podía hacer nada para cambiar las cosas. Así que, ¿por qué desanimarme?

Y entendí porqué algunos locos ríen todo el tiempo.

Ellos no sienten felicidad, pero deciden aceptar el dolor, para que los haga libres.

Dulce Dolor (TERMINADA)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang