Saltos enormes

363 29 33
                                    

Han transcurrido unos pocos días, mi relación con Jessica ha avanzado enormemente, vaya que solo nos hemos besado pero eso significa mucho para mí, así como el hecho de que se acabaran las miradas heladas. Ella me permite abrazarla y tenemos conversación por más tiempo, todavía no tenemos citas románticas porque ella ha estado muy ocupada en el laboratorio, esto porque va a quedarse con los proyectos de Stephanie y los está revisando para poder darles seguimiento.

Mi aprendizaje va lento y no estoy muy convencida de que me volveré una genio en algún momento, por desgracia no tengo un cerebro superdotado.

Hablar con Sehun ahora parecía lo más complicado que tengo que enfrentar, lo he estado evitando desde que le deje claras las cosas, pero no puedo estar así por siempre y justo porque he mejorado mi situación con Jessica aprovechare mi buen ánimo para solucionar las cosas con él.

Acepto que fui dura con Sehun, sin importar si lo merece o no ya que él está acostumbrado a ese tipo de actos y a una hermana que ante sus ojos es perfecta, aún si pisotea a otros.

Esa misma tarde me presento en su oficina, está ocupado trabajando que solo levanta su rostro por unos segundos para seguir en lo suyo, yo me aproximo y tomó lugar a un lado de él, lo cierto es que no quiero decir que lamento lo que le dije porque no es así.

—Perdón por insultarte. —De eso si puedo disculparme con sinceridad— Espero que entiendas que yo no voy a acostumbrarme a ser tu hermana.

—Tienes que hacerlo.

—No Sehun, no puedo suplantarla sin importar que tenga su cara y cuerpo.

—Deja ya eso Stephanie. —Detiene lo que está haciendo y se pone de pie— Eres mi hermana, cuéntame tus planes detrás y créeme que voy a ayudarte, o no me los cuentes, simplemente dime que has fingido todo. —Volvemos al punto cero y no me gusta.

—Sehun yo

—¿Es por Jessica? Se la que amabas pero todo se te salió de las manos cuando tus infidelidades dieron frutos.

—¿Puedes ser más específico?

—Estas con ella desde hace ocho años, luego era tu novia y tu primer hijo no fue con ella y vinieron más, te casaste con ella y se enteró de tus infidelidades, claro que te odio pero tú la obligaste a quedar embarazada, la forzaste.

—Tú me ayudaste. —Como se le ha olvidado esa parte.

—Solo mintiéndole vas a obtener su perdón, eso de que eres de otro mundo y demostrándole en efecto que eres distinta, buena jugada.

Arqueo mis cejas mientras me quedo en silencio por unos segundos, bien, aquí vamos.

—Lo sé, solo ella se lo ha tragado ¿cierto?

—Porque no ha dejado de amarte y lo único que necesitaba es que la trataras bien para volver a caer rendida, supongo que quiere certezas y yo te pregunto ¿Esto es para siempre? ¿Dejaras de frecuentar a tus amantes y nunca tendrás nuevos otra vez?

—Voy en serio, Jessica es mi alma gemela, el amor de mi vida y lo más importante que tengo.

—Si eso quieres yo te apoyo ¿También seguirás con la farsa de que ya no eres inteligente?

—Esa no es ninguna farsa, veras

...

Es por la mañana, será mejor que salga de la cama de una vez para ir al jodido gimnasio, el problema es que todavía no quiero soltar a Jessica, me da la espalda y yo la tengo abrazada, siempre me ha gustado mucho estar así.

PARARELLOnde histórias criam vida. Descubra agora