88

910 86 22
                                    

Kitlin era una novia fiel. Tal vez la más fiel que pudiera existir, sin que ella se diera cuenta, su madre y abuela le habían implantado pequeños conceptos retorcidos de lo que era el amor. La rubia, además de aquellos conceptos del amor, ella le era tan fiel a Kai como su abuela a Charles.

Había una enorme reunión, Kai estaba junto a la rubia, quien le acomodo el cabello y le dio un pequeño beso.

—Suerte. Te amo— susurró Kit

—Gracias— susurró Kai para así poder caminar hacia el estrado—¡Qué asistencia increíble! Gracias a todos por tomarse el tiempo  de estar aquí con sus compatriotas. ¡Aplausos para ustedes!

Ally llegó para observar a su hija ahí, estaba apoyando a aquel hombre que en realidad, sus ideales eran muy diferentes a los de ella. También observo como su hija sonreía y aplaudía viendo a aquel hombre con tanto amor, aquello le decía que algo estaba mal.

Mientras que la rubia sonreía y aplaudía, se tomó el tiempo de ver a su madre, Ivy, para saludarla muy sutilmente, Ivy la saludo con una sonrisita, orgullosa.  

—Si. Si, gracias. Para aquellos que no lo saben, mi oponente, Sally Keffler trágica e inesperadamente tomó su propia vida anoche. Y aunque nadie puede entender realmente la depresión que sentía,  con mi más sincero pésame a su familia, les prometo que jamás los abandonaré como lo hizo ella— todos aplaudieron y gritaron— Hace falta coraje para estar del lado de la verdad

—¡Si!

—El mundo es un lugar temeroso y puede que hayan mayores peligros ahí afuera de los que puedo prever, pero es por eso que necesitamos la fuerza de nuestras convicciones. De las verdades fundamentales que todos sabemos en nuestros corazones. Que estábamos mejor antes de que lo políticamente correcto se adueñara de nuestros discursos. ¿Y si defendemos el derecho de la mayoría? ¡Estados Unidos para los estadounidenses! ¡Nosotros somos el muro!

—¡Nosotros somos el muro!— gritaban las personas en el público, Kai observo sobre su hombro a la rubia, quien sonrió alzando los pulgares

—Estas elecciones no son el final. Son solo el comienzo. Pero tendremos que hacer más que hablar. 

—¡Necesitamos pasión y sacrificio!— grito el público

—Me comprometo a ustedes. ¡Soy la promesa!— grito Kai

Un disparo se hizo presente haciendo que la rubia se encogiera un poco y observara de donde había venido aquello. Al final la tuvo a la mira, Meadow disparo hacia una chica, quien estaba frente a ella para luego disparar a la pierna del de cabellos azules.

—¡Kai!— grito Kit corriendo escaleras arriba para ir hacia su novio, quien estaba en el suelo— Amor... oye, estarás bien— susurró la rubia sacando su celular y poder llamar a una ambulancia— Todo estará bien, tranquilo

Meadow termino disparando a tres personas, mientras Ally le gritaba que se detuviera y Kit se concentraba en el celular para la ambulancia. La castaña de fobias se levanto para tomar el arma que aun sostenía Meadow, pero no tuvo tanta fuerza como para  evitar que la rubia se disparara.

—Ya viene la ambulancia, amor— susurró Kit para después ver el cuerpo de Meadow caer y a su madre con el arma

Las sirenas de la policía hicieron que la rubia volviera a su novio para ver que estuviera completamente bien.

—No, no, no, no, no. Kai, no cierres los ojos. Kai, mírame— susurraba la rubia con lagrimas cayendo por sus mejillas— Kai, no te duermas por favor. Kai...

El joven termino por cerrar los ojos, eso hizo que la rubia se centrara en la herida haciendo un torniquete en la pierna del de cabellos azules.

—¡Suelta el arma!— gritaban policías hacia Ally

American Horror StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora