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Katherine Cortez apareció en la habitación sesenta y cuatro gracias a que sintió algo en su interior, llegó justo a tiempo pues apareció detrás del hombre que había estado modelando apenas algunos minutos atrás. Ella frunció el ceño.

───No, no, no, amor─── Tristan se giró asustado───. Déjalo donde estaba. Es mío

───Toma lo que quieras─── Katherine observo justamente a su lado algo enojada, ahí estaba James tomándola por la cintura───. Ninguno significa nada para mi

───Pero para mí si─── respondió Katherine───. Esas joyas valen más que tu vida

───Cariño, no los necesitas

───Bien─── respondió ella algunos segundos después totalmente rendida

───Parece que necesitas un trago─── la voz de James volvió a escucharse, él estaba tendiendo un vaso

───Estoy bien... ─── James vertió lo de un vaso al otro para poder beberlo

───Polvo boliviano─── hablo James moviendo un poco su vaso───. Demasiado soso para mi gusto, lo encuentro muy poco estimulante

───Tus estimulantes son muy raros, cariño─── respondió Katherine sentándose de rodillas en el sofá

Tristan la observo atento, ella era una de las cosas más sexys de la vida, aun cuando eran cosas demasiado inocentes, ella podría hacer que lucieran demasiado sexy. Esa era una de sus habilidades más grandes. Un fantasma sexy.

─── ¿Qué...?

───Ya lo he probado todo. No hay nada mejor─── continuó James───. Ya sabes, dentro de tu oscuro corazón lo sabes, eres igual que yo

───Para nada...

Katherine susurró aquello soltando una pequeña risa, ambos hombres la observaron algunos segundos. Para Katherine, no podría haber otra persona igual a James. Jamás en su vida podría haber alguien más como James.

───Creo que tu novia tiene razón...

───Bueno, hubo un tiempo en que tenía todo. Fortuna, fama, amor... ─── James paso su mano por la mejilla de Katherine───. Pero hubo un incidente y luego nada me llenaba...

Cuando ambos fantasmas estaban vivos, Katherine era la droga completa de James, aquella que estaba a su disposición siempre que quería. Luego del accidente que termino con la vida de Katherine, James tuvo que recurrir a las drogas para volver a sentir lo que sea que Katherine le hacía sentir y nunca lo consiguió hasta que, sus simples homicidios se convirtieron en grandes homicidios.

─── "A ti mismo se fiel" Polonio... ─── James camino hacia Tristan───. Te enseñare lo que has estado soñando─── el Sr. March silbó un poco

─── ¿Si, Sr? ─── la señorita Evers se giró hacia la mujer que iba a su lado───. Deja de lloriquear─── la mujer volvió a ver a March───. Encontré a esta en el bar, señor. Se estaba prostituyendo, no hay nada que no haría por un dólar

───Lo siento, pero eso me aburre... ─── James camino hacia Tristan mientras este miraba confundido a Katherine

───A mí también. Katherine... Katherine─── la rubia se levantó para caminar a James y darle un arma───. Aprieta el gatillo y llévate su último aliento─── James tomó a Katherine por la cintura para darle un apretón───. Es excitante

───Estás loco─── Tristan y James comenzaron a forcejear───. Suéltame

El señor March lanzó a Tristan a la cama, pero al hacerlo, aquel hombre le sacó el pañuelo del cuello a James dejando ver aquella marca de muerte, Katherine la observo antes de ver hacia otro lado pues no le gustaba recordar ninguna muerte entre ellos dos.

American Horror StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora