La Familia que se Escoge

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Aquí tarde...

Con el encantador Asahi-bb



















Asahi fue hasta el único lugar donde podía encontrar consejo. Entró al restaurante de Leo, fue directo a la cocina y se apoyó en una de las estaciones donde su jefe estaba trabajando —Leo…— masculló bajo haciendo que se notase su inconformismo.

Leo se volvió hacia el joven con una mirada de preocupación, Asahi generalmente tenía mejor aspecto y siempre iba derrochando alegría por todas partes —¿Qué sucede, hijo?— puso una mano en el hombro del pelinegro.

—Yo, quería saber…— se detuvo, se mordió el labio inferior intentando buscar las palabras —¿Crees que soy buena persona?

Leo parpadeó un par de veces y luego se echó a reír —¡Claro que lo eres Asahi bebé-kun!— le guiñó un ojo —¿Por qué la pregunta tan rara?

—Porque temo no ser suficiente para cierta princesa…— se cruzó de brazos —Su estúpido ex novio me ha dicho un par de cosas, entre ellas la más importante es que puede que yo arruine la reputación de Erina.

Leo no entendía del todo bien —Espera un momento…— lo señala de forma acusadora —¿Ya tienes novia y no me dijiste?

—Oh, lo siento, Leo…— Asahi se rascó la mejilla con su dedo índice no evitando su sonrisa y ese sonrojo —Es que apenas comenzamos hoy la relación.

Leo no puede dejar de sonreír ante la noticia. Como confidente fiel de Asahi sabía lo mucho que el joven moría por volver hablar con Erina, buscaba una y mil razones para verla o colapsar con ella, pero siempre tenía alguna excusa o le faltaba valor.

Ahora su realidad era distinta, él era distinto de una buena manera.

—En primer lugar; déjame felicitarte— Leo estrechó la mano con Asahi y le dio palmaditas en la espalda —Y en segundo; ¿Qué cosas pasan con el ex novio tóxico de Erina? ¿Quieres que hable con sus padres para que lo castiguen?

Asahi echó una carcajada —Leo, no sé cómo lo haces, pero siempre logras hacer que olvide cosas horribles…— suspiró hondo —Supongo que no tengo de qué preocuparme, intentaré no ser tan yo para afectar a Erina…

—Si haces eso entonces solo harás que Erina no te ame, debes ser tú mismo Asahi, no permitas que las cosas cambien. Lo que la princesa necesita es alguien diferente a su anterior amor, debes ser mejor, no hacer las cosas igual a él.

Asahi le quedó escudriñándolo, Leo era tan sincero que Asahi podía sentirse seguro con sus palabras. Quizá lo que necesitaba era dejar de pensar en Soma. No hay nada que Soma pueda hacer para interponerse en su relación, claramente ha quemado todas sus oportunidades con Erina.

—Eres mi mejor amigo, Leo— dijo Asahi en un tono muy cálido.

—Soy tu padre— corrigió el buen hombre.

Las pupilas de Asahi se dilataron ante la declaración, se mordió el labio inferior ante la idea planteada. No podía evitar su vergüenza cuando Leo se ponía sentimental.

—Pues tengo que trabajar— fue en busca de su respectivo delantal —Hay muchas órdenes para hoy ¿Papá?— bromeó ganándose otra sonrisa de su jefe.

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[…]

Erina suspiró demasiado frustrada por como había terminado su despedida con Asahi. Estaba molesta con el idiota pelirrojo, no la dejaba tranquila incluso cuando él le había escupido el desinterés hacia su persona.

Lo Que Debió Haber SidoWhere stories live. Discover now