EXTRA: Las Mascotas

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(PRECAUCIÓN: capitulo jodidamente largo, sorry.)

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Ya han pasado un par de semanas desde que nuestro pequeño albino es pareja de nuestro pícaro bookman en entrenamiento. De hecho, ya cumplieron un mes.

El día de su aniversario, Lavi se esmeró en organizar una cena romántica, seguido de un lindo paseo por la playa tomados de la mano juntando caracoles. A pesar de que los regañaron por escabullirse y usar el Arca para poder hacer esas cosas, todo había valido la pena.

Todo iba marchando bien, lento, pero bien. Lo más lejos que Allen le había permitido llegar en cuanto a contacto físico era el poder dormir juntos, pero durante las tardes. El albino no terminaba de sentirse cómodo dejando entrar al pelirrojo a su cuarto por las noches y Bookman tampoco estaba muy contento dejando entrar al menor al cuarto repleto de libros importantes.

Pero bueno, el resto era color de rosas. Bueno casi.

Hace un par de días, Allen había partido a una misión junto a Timothy al norte de Rusia. La misión salió bien, todos los akumas fueron exterminados y la inocencia recuperada. Pero habían regresado con algo más que solo un trozo de inocencia.

— ¡UN PERRITO! —chillaba con alegría Lenalee. — ¿De dónde lo sacaron chicos?

—Lo dejaron abandonado en la Estación de Trenes, todo el pueblo se mudó por el miedo. —respondió Allen. —Creo que es un labrador, pero no se le nota porque está sucio y despeinado.

—Esos malagradecidos nos dejaron solos en ese horrible lugar. —se quejaba Timothy. —Incluso a él lo abandonaron ¿verdad muchacho? Nosotros te vamos a cuidar claro que sí, claro que sí. —dijo acariciando al animal. —Ahora serás un perrito exorcista.

Todos estaban contentos con la llegada del desalineado cachorro, en especial el albino. Allen tenía un especial apego con el pequeño y éste también la tenía con él, ambos eran muy unidos por lo que todos asumieron que Allen terminaría siendo su dueño oficial. Pero alguien estaba un poco preocupado con la llegada del can.

—Nee, Allen. ¿Cuándo terminaras con él?

—Espera Lavi. Todavía tengo que enjuagarlo y después lo voy a cepillar~ y vas a quedar lindo~ y bonito~. Y muy muy esponjoso. —hablaba el albino melosamente para con el perrito que estaba metido en la tina, mientras le restregaba el pelo con jabón.

El pelirrojo estaba sentado en el suelo del baño mirando a su novio empapado dándole un baño a su nueva mascota. Desde el momento en el que el perro había entrado a la Orden, Lavi se sentía un poco relegado porque el albino pasaba mucho tiempo acariciando al can y jugando con él.

— ¿Cómo le vamos a poner?

— ¿Me preguntas a mí? Pero si es tuyo.

—No digas eso, quiero que sea nuestro. Anda, ayúdame. —dijo mientras secaba al cachorro.

—Pues no lo sé. ¿Qué tal Haba*?

—Ja, Ja muy chistoso. Ya le pregunté a Suzu y me dijo lo que significa Moyashi. —dijo haciendo pucheros. —Si vas a ayudarme hazlo bien.

—Jejeje perdón, perdón. Bueno ¿Qué te parece Lucky? Después de todo tuvo suerte de encontrarte.

—Ay sí, ese es muy bonito.

Y así comenzaron una vida de tres. Los tres en el comedor, tres en la biblioteca, tres en la cama. Bueno, tal vez solo dos. Desde que Lucky empezó a dormir en la cama con el albino, a veces ocupaba más espacio del que necesitaba, lo que terminaba con un pelirrojo en el suelo.

Nuevo Exorcista Nuevas ExperienciasWhere stories live. Discover now