Valentín.
—Igual la guacha estaba re en pedo.
—Pero no podés garcharte a una piba en pedo, y menos sin forro, Mauro. —Alejo le dió un cachetazo en la nuca a Mauro y yo me reí.
—Tiene razon Alejo, te re volaste amigo. —Acoté mordiendo un pedazo de mi pebete.
—Bue, ¿qué les pinta el aliado hoy?
—No es de aliado, es de no ser un violador, imbécil. —Mauro recibió una segunda cachetada por parte de Alejo.
—Dejá de pegarme, gato. Valentín, decile algo.
—Valentín está comiendo un sándwich de salame y queso a las ocho de la mañana, no tiene derecho a hablar. —Los tres nos reímos aunque yo tenía la boca llena y tuve que tragar rápido para poder defenderme.
—Me levanté tarde y no desayuné, no cuenten como vivo. —Respondí imitando una escena de los Simpsons.
—¿Y Manuel? Desde que está con el pibito ese que ni cabida nos pasa. —Dijo Mauro apuntando con la cabeza hacia donde estaban Manuel y Mateo, yo me encogí de hombros y después de estar un rato más escuchando las boludeces de los chicos, me acerqué a mi mejor amigo.
—Valen de mierda, te acordaste de mí. —Dijo chocando su puño con el mío mientras su otro brazo rodeaba los hombros de su novio, me encantaría tener algo como lo de Manu y Teo, pero para eso tengo que ser una persona como Manuel y estoy muy lejos de eso.
—Si sos vos el que anda pollereando todo el día. —Mateo se rió y salió del abrazo de su novio saliendo del aula.
—Bue, vos no te quedas atrás, si estas atrás del culo de Dani todo el día, igual con ese culo como para no estar.
—No hables del culo de mi guacho, moño.
—Hablando de Roma... —Me di vuelta viendo a Daniel entrar con un vaso en la mano y la capucha puesta, entonces supe que era de esos días.
—Vení a casa hoy a la tarde si te pinta. —Dije volviendo mi mirada a mi mejor amigo y apretándole el hombro.
—Si, dale, hermano. —Nos sonreímos y Manuel salió del aula al igual que su novio, yo caminé hacia Daniel.
—Hola, hermoso. —Saludé dejando un beso en su frente, aunque con la capucha puesta besé más su flequillo que otra cosa.
—Hola, Val. —Los ojitos hinchados y las bolsas violetas debajo de ellos me saludaron.
—¿Qué pasó? —Acomodé su flequillo y acaricié su cachete, tenía la cara fría así que el café caliente no había hecho efecto sobre él todavía.
—Se le bajó la presión a la madrugada y nada, se puso re pálida y todo eso, después se le pasó y se durmió pero me quedé en su pieza y no pude dormir más porque tenía miedo que le pase de nuevo. —Dani hablaba en susurros y además de hacerlo para que solo yo escuche, sabía que gracias al sueño no tenía la fuerza suficiente para estar levantando la voz a un tono normal.
—Si ya no vino el profe no creo que venga bebé, dormí un ratito, ¿querés otro café? ¿o comer algo? Me quedo la mitad del pebete. —Dije sacando el sándwich de la mochila.
—¿Comiste un pebete de salame y queso a esta hora, Valentín?
—¿Qué tienen todos contra mi pebete? Estaba re rico.
—Es lunes Val, lo que te venden hoy está hecho desde el viernes pasado.
—¿Me estás jodiendo? Sabés la cantidad de lunes durante estos seis años que comí estos pebetes, la puta madre, ¿cómo no me dijiste antes? —Ahora miraba con asco el sándwich envuelto en papel film.
—Porque nos hablamos hace re poco capaz, y también porque lo sabe todo el mundo Val, ¿vos te pensas que los del kiosco van a venir temprano a hacer unos sándwiches? —Yo asentí con un pucherito en la boca, decepcionado por haber vivido en una mentira durante toda la secundaria.
—Estoy triste ahora, me mintieron mucho tiempo.
Daniel miró el sándwich en mi mano y levantó su mirada hacia mí. —Dame.
—No, dejá, no lo comas, te compro otra cosa.
—Dame, en serio, vamos a comerlo juntos.
—¿Vas a hacer eso por mí? —La sonrisa me cubría toda la cara.
—No estoy matando a alguien, voy a comer un sandwich nomás. —Daniel le sacó el envoltorio y mordió una vez.
—Sí, pero lo estás haciendo por mí.
—Lo estoy haciendo por la cara de perrito abandonado que tenés. —Yo me reí fuerte provocando una sonrisa reluciente en Dani, nos terminamos el sándwich entre risas y caras de asco y fuimos a sentarnos al patio, ya que teníamos hora libre y nadie nos vino a avisar nada, como siempre en este colegio de mierda que tampoco te avisan que los sándwiches son viejos, y sí, estoy muy enojado por eso.
—¿Venís a casa hoy? Va Manu un rato, le digo que vaya con Mateo y estamos los cuatro. —Dani negó con la cabeza mientras le daba un sorbo a su café.
—No puedo, Norma tiene que ir al médico así que me quedo con mamá todo el día. —Yo asentí haciendo pucherito, hace dos días que no estamos juntos, nos vimos el sábado a la mañana por última vez cuando me fui de su casa después de haber dormido ahí, ayer domingo no nos vimos y hoy tampoco al parecer.
—Nos queda poco del trabajo, ¿no? —Yo asentí con la cabeza de nuevo. —Mañana voy y lo terminamos.
—No me diste ni un beso hoy.
—Te estoy hablando del trabajo.
—Y yo te estoy diciendo que no me diste un beso. —Daniel rodó los ojos y se acercó a mi boca dejando un beso largo y lento, sus manitos frías acariciaron mis cachetes haciéndome estremecer, estábamos en el patio justo donde nuestros compañeros y gente de otros cursos podían vernos desde las ventanas de sus aulas tranquilamente, aunque en este momento y estando en esta boca me importaba poco.
hola bebés, cómo están? bueno una poronga el capitulo básicamente jajsjajs. voten, comenten y gracias x leerme💜
DU LIEST GERADE
trust ; wosani
Fanfiction"Ribba es un pendejo de mierda, planeen una maldad y que sea grande" o donde valentín hace una apuesta con sus amigos.
