Capítulo 5

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Armando Mendoza ya estaba hecho pedazos, ¿por qué Betty lo había traicionado así? ¿Por qué tenía que haber leído esa maldita carta de instrucciones que dejó el imbécil de Calderón? ¿Desde hace cuánto tiempo la tenía? ¿Y cómo fue a dar a sus manos?

Todo se había vuelto un completo desastre. Después de llamar a casa de Betty y que ella se negara a atender la llamada, lo único que le quedaba era aventurarse a buscarla, no podía quedarse de brazos cruzados, no podía seguir permitiendo que Beatriz se creyera todas las atrocidades que se mencionaban en ese manual de instrucciones. Necesitaba aclararle todo.

Después de su enfrentamiento con Marcela, salió directo para la casa de Betty, avergonzado y arrepentido, pero tenía que darle la cara, y ella debía escucharlo. Llamó al timbre de la puerta y esperó, pero nadie se dignó a abrir. Estaba a punto de irse, cuando don Hermes aparcó detrás de su auto. Malas noticias: Betty salió de Bogotá. La vida realmente le estaba dando una patada en el trasero.

***

En Ecomoda las cosas no parecían tener mucho sentido para el cuartel. Cuando Mariana llamó a casa de Betty para saber cómo estaba, la única respuesta que obtuvo fue de don Hermes: que no volviera a llamar porque ella se había ido fuera de Bogotá. Y, en serio, qué estrés.

Además el chisme de la ruptura de don Armando y doña Marcela estaba en su mejor momento, vaya desperdicio de dinero en un matrimonio cancelado. Todo indicaba que había sido por un engaño del ex-presidente, y tanto cuchicheo entre doña Marcela y la peliteñida lo confirmaba.

***

Daniel se presentó en Ecomoda junto a los abogados que había prometido llevar, y aunque les había contado los antecedentes del caso a detalle, tendría que desistir de su idea de liquidar la compañía por dos razones: la primera, era que, había llegado a un acuerdo con Beatriz, que hasta el momento era borroso e inestable, pero era un acuerdo, así que no podía seguir atacándola públicamente, a pesar de que sería un hábito difícil de romper; la segunda, consistía en que, de nuevo, Betty tenía razón, con el ritmo que había tomado la empresa después de la última colección, se liberaría de deudas en poco tiempo y aunque sabía que sería complicado, tenía que encontrar la manera de confiar en que su capital dentro de Ecomoda estaría a salvo.

Roberto le entregó a los abogados todo el papeleo correspondiente.

—¿Y dónde se encuentra la señora Beatriz Pinzón? —indagó uno de los juristas.

—Lamentablemente no está presente, ella renunció. —Armando se apresuró a responder.

El hombre consideró los documentos unos cuantos segundos.

—Bien, pues nosotros nos llevamos esto para analizarlo detenidamente, luego les informaremos los pasos a seguir. Algo que debo aclararles es que estos poderes no serán suficientes, se ven como improvisados, como sin la supervisión de ningún abogado... tendrán que decirle a la dueña de Terramoda que asista a todas las reuniones, por supuesto, en compañía de sus abogados. Tenemos que saber en qué punto se encuentra el proceso y lograr que desistan de la demanda. ¿Será posible que Beatriz Pinzón asista a la reunión de mañana?

—No lo creo. —respondió Daniel sin pensarlo. —La doctora no se encuentra en la ciudad.

De inmediato sintió sobre él las miradas de Armando y Marcela tratando de penetrar tan hondo como fuera posible.

—¿Tú cómo lo sabes, Daniel? —exigió el hijo de los Mendoza.

—Simplemente lo sé, Armando, ¿qué te inquieta? —dijo tratando de lucir despreocupado mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

Fake Lovers: Un desenlace alternativo de YSBLF (Daniel x Betty)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora