capitulo 9

1.1K 85 44
                                    

Pov (Tn)

-Yo...- Legolas se tomo un momento para procesar lo que le había confesado- No se que decirte- Me dijo finalmente.

-Por favor no me odies-le pedí- ya tengo demasiado con siempre reprocharme mis sentimientos- el ambiente era tan pesado que en un punto podía marearme.

Los minutos se convertían en horas las horas en días, días donde me dedicaba a entrenar con mi arco, un obsequio de Legolas para que no me sintiera tan mal de estar allí. Me iba muy temprano y volvía muy tarde a mi habitación, no quería toparme ni por casualidad con Thranduil por los pasillos. El almuerzo y la cena eran los horarios más tortuosos aunque Legolas intentara que no lo fuera manteniendo el ambiente tranquilo con una constante charla que no iba a ningún lado.

-No puedo seguir aquí por mucho tiempo-susurre guardando mis prendas, tenia pensado irme antes de lo esperado.

-Señorita (Tn)-Una profunda voz me llamó del otro lado de la puerta- El Rey solicita su presencia en su despacho- Aquel informe heló mi sangre, erizo mi piel y estallo mi cabeza.

-Enseguida voy- le conteste dejando de hacer lo que hasta hace un momento me parecía tan buena idea.

-Tengo que resolver esto- pensé- Esto no puede terminar así. Acaso ¿alguien tiene derecho prohibirme amar?- Me pregunte a mi misma

Decidida a recuperar lo que es mio me encamine hacia aquel despacho que conocía tan bien. Estaba nerviosa como la primera vez, No se si él me rechazara pero ya no hay vuelta atrás.

Al llegar ni siquiera toque la puerta simplemente me abrí paso.

-Esto fue un error- pensé viendo aquella desagradable escena; Thranduil yacía en su silla y encima de su regazo la inconfundible Lady Myrna sin siquiera una prenda cubriendo su cuerpo.

Ambos notaron mi presencia, no podía articular palabra alguna.

Todo fue como si estuvieran gravando un vídeo en cámara lenta, ni siquiera note cuando era llevada en el hombro de Legolas de vuelta a mi habitación escuchando a lo lejos los incesantes llamados de Thranduil, estos sonaban con eco en mi cabeza, no pude hacer más que aferrarme a mi amigo y llorar, llorar por el dolor que acababa de sufrir. Ver a la persona de amaba con otra era una herida roseada con alcohol y después incinerada , era una combinación de dolor con ardor como si te atravesaran por la mitad con una espada prendida fuego.

Cuando por fin llegamos a mi cuarto estaba devastada; mis ojos hinchados, mi labio partido y mi cabeza echa un mar de desastre.

Ya no podía pasar más tiempo en esa situación, le amaba eso no cambiaría, pero no iba a ser la tonta de cuentos de hadas, ya no. Frenéticamente recogí el resto de mis pertenencias metiéndolas bruscamente en mi bolso siendo observada por Legolas el cual no mostraba expresión alguna. Brevemente le informe de lo que tenia planeado hacer ademas de irme hoy mismo, no me lo impidió nunca y eso se lo agradezco.

-Tratare de hablar con mi Ada sobre el tratado- me ayudó con la montura de mi caballo-Mára mesta(Buen viaje)- me dijo cuando me subí a mi caballo.

-Hantalë(gracias)- le dedique la mejor sonrisa que pude, pero esta solo fue una débil mueca-Tenna rato (Hasta pronto)- me despedí avanzando a toda velocidad con mi corcel. No se que fue lo que me ocurrió pero un impulso me hizo mirar hacia atrás, allí estaba él frente a las grandes puertas de la ciudad subterránea mirándome, observando como lentamente mi silueta se perdía entre el frondoso bosque, como me marchaba a Erebor mi nuevo hogar, mi verdadero hogar.



Pov (Tn)

Un año ya había transcurrido desde que vine a Arda del cual hace 7 meses empecé a vivir en Erebor, me había vuelto una muy buena luchadora. Pasaba mis mañanas estudiando y por las tardes practicando con Thorin tanto combate cuerpo a cuerpo como con armas, mis rutinas no habían cambiado mucho.

¿Esto es real? (thranduil y tu)Onde histórias criam vida. Descubra agora