Capítulo 3

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Mi mama siempre dijo que la vida se tiene que vivir como si mañana nos fuéramos a morir, creo que lo sacó de un libro o probablemente de una revista. Hace un año que llegué aquí y desde que conozco a Mei y a Tony es lo que hago, vivo como si no hubiera un mañana, siento que yo más que nadie sabe que eso se puede hacer realidad. Cuando conocí a Mei fue todo lo que Tony me dijo sobre ella, es muy buena onda, siempre tiene algo interesante que decir y le encanta cocinar. Cuando entra tarde a la universidad Tony y yo nos despertamos con un olor a desayuno. Todo ha sido genial, las clases, aunque no tanto las desveladas, y las nuevas amistades que forme.

Cuando fui a casa por las vacaciones de navidad todo fue como antes de que me mudara, definitivamente nada ha cambiado. Papá se mira más cansado, dice que tomó más horas en el hospital, no quise mencionar nada porque sabía que eso iba a comenzar una pelea. En las vacaciones de verano fue lo mismo solo que me compraron un pastel, mi cumplea años numero 22, se me hace absurdo celebrar la vida cuando vivimos rodeados de muerte. No le dije nada a Tony ni mucho menos a Mei sobre mi cumpleaños, no quiero que me feliciten.

Hoy hay una fiesta en celebración de el inicio a clases, Tony me convenció en ir, no se por que pero nunca le puedo decir que no. La fiesta va hacer en la casa de un integrante del equipo de fútbol, el amor platónico de Mei. No se por que lo llama platónico, esa relación si puede llegar a existir. Se que a Brad también le gusta Mei por la forma que la mira, sé que otras personas lo saben menos Mei. Todavía ninguna llega así que me hago algo rapido de comer, a eso me refiero que me voy hacer unos fideos instantáneos, nunca están de mal. Me los termino y lavo los trastes que utilice, todavía no llegan. Me pongo a ver la televisión para pasar el rato, nunca se que hacer cuando estoy sola, me da un poco de ansiedad a decir verdad. Cuando el reloj de la mesita que tenemos a un lado del sofá marca las cuatro de la tarde escuchó como estan abriendo la puerta, mi corazón comienza a palpitar y espero a que se abra la puerta por completo sin mover ningún solo músculo; saco todo el aire que tenía acumulado cuando las veo entrar.

—Hola—les saludo—¿como les fue?

—Bien, hasta que alguien—obvio fue Mei—derramó ácido sobre la mesa—termina de decir Tony.

—¿Ácido?

—Lo siento, ya sabes que a veces me tiemblan las manos. —se disculpa Mei

—La profesora Starr nos dio una plática super extensa sobre cómo tenemos que comportarse dentro del laboratorio.

—Y luego de cómo tenemos que limpiar apropiadamente lo que sea que derramemos.

—Bueno, ¿que pensaste sobre la fiesta?—Mei es la que falta de decir que si—Sera solo por un rato.

—No me gusta mucho la idea, además que el martes tengo un examen y tengo que estudiar mucho.

—Para estudiar tienes el sábado, el domingo, el lunes y hasta un cachito del martes—dice Tony —y no importa cuanto estudies sé que lo vas a pasar con 100.

—Exacto, eres toda una cerebrito.—estoy de acuerdo con Tony—Además que será una excusa perfecta para que hables con Brad—en cuanto menciono su nombre Mei se pone roja como una tómate, se me es imposible evitar reirme—¡Vamos! Mei sabes que es verdad, y ya estoy harta de ver como de derramas por él y no haces nada al respecto.

—Mikaela—sabe que odio que me llame así—no empieces.

—Mei, ya empecé.

—Yo por otra parte —dice Tony—voy a comer que me muero de hambre, ya luego hablo contigo Meimei—así es como la llamamos de cariño, me sorprende que Tony no se haya unido a la conversación, la sigo con los ojos pero no me hace caso.

Lo que es de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora