Lo que es de mi.

Capitulo 8

No se que hacer, Will me pone realmente nerviosa. Esta sensación es rara, hace mucho que no me sentía de esta manera, siento como mis piernas se van haciendo débiles, mis manos están sudando, en mi estomago tengo cientos de mariposas. Todavía no se si me gusta o me incomoda este sentimiento, ¿por qué me está pasando esto? si no deja de mirar así me dará un ataque al corazón. He salido con otros chicos, pero ninguno me ha hecho sentir así. Nada es lo mismo, desde Pam nunca pensé en el amor, venir aquí solo significaba estudiar, graduarme y conseguir un buen empleo. No esperaba esto, no me esperaba a Will.

Lo miro frente a mi, con esa elegancia que solo he visto aquí, sus manos en los bolsillos de sus pantalones y me doy cuenta que me gusta, me gusta verlo y su mirada me llena de sentimientos, es algo fría al principio pero con el tiempo se fue convirtiendo en algo mas cálido. Siento que tiene esa capacidad de ver mas allá de mis ojos, siento su mirada en mi alma buscando algo que jamas alguien ha visto.  Bajo la mirada por unos momentos y al regresar la mirada a sus ojos me acuerdo que me ha hecho una pregunta, veo como su cara cambia al no escuchar mi respuesta, supongo que piensa que lo voy a rechazar, pero no es así. La pregunta me tomo por sorpresa, William Duchten quiere que salga con él.

—¿Mika?—pregunta con tono de preocupación

—Perdón. Si, me gustaría ir contigo al antro.—Veo como sus labios se convierten en una gran sonrisa de oreja a oreja y trato de imitarla. 

—Te acompañó a tomar el autobús. —Sin darme cuenta entrelazamos nuestros brazos y así caminamos hasta la parada de autobús. —¿Estas nerviosa?

—¿Qué? ¿por qué?—pregunto demasiado rápido.

—Bueno es que no has dicho nada desde que salimos del café y por tu expresión puedo notar que estas pensando demasiado las cosas.

—Que observador eres—trato de bromear, pero es que en realidad si estoy nerviosa y no me gusta que el sepa— ¿Quieres que este nerviosa?

—¿Importa lo que yo quiera?— suelta una pequeña carcajada.— No pasa nada, solo respira. Que estes nerviosa significa que te importa, entonces si quiero que estes nerviosa— lo miro frunciendo el ceño y el suelta de nuevo una carcajada. Me suelto de nuestro agarre y el me agarra de la mano. 

—¿Acaso a todas las chicas las tratas de esta manera?—Piensa mucho su respuesta. 

—No, trato de cambiar mis técnicas con cada chica.— eso me hace enojarme un poco, pero no tiene sentido que lo haga— Pero tu eres especial.

—¿Es un halago?—pregunto con tono neutro.

—Puedes tomarlo como quieras, solo quiero que lo sepas—¿Por qué no llega el pinche autobús? Me voltea para así poder vernos a los ojos y me observa con curiosidad, pone sus dos manos en mis hombros. 

—¿Qué haces?—pregunto un poco nerviosa

—Nada que no quieras.— ruedo los ojos. El ruido del autobús llegando me saca de mis pensamientos. Will toma mi mano y la besa, eso me deja sorprendida—¿No piensas subirte?—dice refiriéndose al autobús.

—Oh, si— me subo casi corriendo y el se despide de mi agitando su mano. Todo el camino al departamento me la paso pensando en lo que acaba de pasar, ¿Qué acaba de pasar exactamente? ¡Voy a salir con Will!

Los días pasan demasiado rápido, todavía no puedo creer que voy a salir en una cita con Will, mi cabeza solo ha estado pensando en varios escenarios que puede ocurrir. Pero la verdad es que no se que esperar y no sé si me arrepentiré de esto. Me siento igual que el día que me invito a salir, no siento mi cuerpo, ¡que ridículo! Estoy estresada, nerviosa, siento que me voy a volver loca y solo por una tonta cita, bueno ni tan tonta.  Desde la mañana Mes no deja de fastidiarme e insistir que me ponga un vestido, que por cierto no se si algo tan corto cuente como vestido, quiere que lleve tacones y que me maquille con todo el maquillaje posible. Y un peinado seductor, ¿Qué diablos es un peinado seductor?