Lyra Malfoy, la última hija del matrimonio Draco Malfoy y Hermione Granger rompe toda tradición al no tener el cabello rubio como sus hermanos siendo la más parecida a su madre, después de cinco años de estar en Beauxbatons tras un capricho suyo, re...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Armond Malfoy soltó una gran risa ante ello y al instante el coro de risa de sus seguidoras lo siguió.
-¿Tu?- pregunto el primer Malfoy- ¿Destruirme? ¿Una mestiza?
-¿Por que no? Harry Potter venció a Voldemort y es un mestizo, un verdadero mago tenebroso- sonrió y el semblante de Armond cambio a uno enojado- ¿Tu encerio creíste que algún llegarías a ser como el?
Lyra soltó una gran risa haciendo que el hombre frente a ella apretara la mandíbula ante su enojo.
-Nadie en el mundo mágico lograra ser como Voldemort, ha sido uno de los mejores villanos que este mundo ha tenido, claro contando a Grindelwald, ¿Crees que tú, Armond Malfoy un mago que lo único que le importa es el legado de su familia y no el dominio del mundo llegará a ser mejor que estos dos magos?
Lyra nego con la cabeza sin dejar de sonreír.
-¿Encerio creíste que tú ibas a lograr algo igual que ellos?- se acercó al fantasma que la miraba fijamente- Que iluso eres, Malfoy.
Armond respiraba con agitacion se acercó a la chica y le sonrió
-¿Que es lo que harás para destruirme?
Aquella sonrisa de sabelotodo de Lyra se borro lentamente al saber que no tenía una plan.
-Como lo supuse- rio Armond y le dió la espalda- Veo que no lo entiende Malfoy, yo soy indestructible.
El aire soplaba sus rostros mientras que Armond no dejaba esa sonrisa de satisfaccion, Lyra dió un paso hacia atrás al darse cuenta que todas sus ideas se le habían acabado, no podía usar su varita para destruirlo puesto que no existía y eso no serviria.
-¿Indestructible?
Una voz hizo que ambos se girarán hacia los árboles del bosque prohibido, Armond frunció el ceño al igual que Lyra y entre la sombras un muchacho se asomaba entre los árboles, debajo de sus pies las rama secas del bosque se rompieron ante su peso y sus ojos azules se posaron en ambos
-¿Que haces aquí?- susurro Lyra mirando al joven.
Aron Dumbledore sonrió ante la pregunta, luego poso sus ojos en el ser fantasmal que acechaba a la familia Malfoy.
-Dumbledore- hablo Armond con una sonrisa- Un gusto en conocerte Dumbledore o tendré que decirte ¿Malfoy?
Aron sonrió y nego.
-El apellido Dumbledore me gusta más- contesto el joven mirandolo- Te ves bien para estar muerto ¿Acaso hay spa en el infierno?
-¿Te crees muy gracioso verdad?- pregunto Armond- No te imaginas de lo que soy capaz
Aron dió un paso hacia el frente sin dejar de sonreir.
-¿Por qué no lo descubrimos?- acepto Aron chasqueando la lengua, el joven lo observo y sonrió inocente- ¿Que podría hacerme un ser que no existe como tú?
Armond se acero más al joven.
-¿Sabes que es lo que necesito? ¡Mi apellido y dinastía limpia! ¡Mi alma, mi cuerpo...
-Y una vida- interrumpió Aron- Ya que la necesitas para seguir viviendo, desafortunadamente está es la última vez que veras a tu familia- sonrió el joven- Puesto yo he roto tu maldición
Armond frunció el ceño ante ello y se alejo bruscamente del joven
-Eso es imposible, nadie puede destruirla.
Lyra miro a Aron sin entender sus palabras mientras este último sonreía.
-Perdono a los Malfoy.
Armond rio ante las palabras del joven sin percatarse que era su regreso al infierno, mientras reía su cuerpo comenzó a desintegrarse bajo la mirada de ambos jóvenes.
-Los Malfoy son tan graciosos- hablo Armond, luego sus ojos platas se poso en sus manos que comenzaban a desaparecer- No es cierto- susurro y nego con la cabeza, sus ojos brillaron con odio al saber que había descuento la forma de deshacerse de el.
Armond soltó un grito y el lugar comenzó a temblar bajo los pies de los chicos, luego del cuerpo del hombre salió una luz blanca y desaparecio.
Desde lo lejos de ellos, un hombre rubio miraba la destrucción del primer Malfoy, observo al joven que estaba inconsciente en el piso y lo jalo sabiendo que sería la persona que haría que todos lo respetaran.
