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Desde siempre la familia Blythe se había caracterizado por ser comerciantes y los padres de nuestro protagonista estaban por realizar un importantísimo viaje de negocios a Nueva Escocia en el que tardarían más o menos un mes, cosa que significaba que Gilbert tendría su casa sola durante un mes, cosa que también significaba que estaba más cerca a ocurrir lo que sus mentes perversas están imaginando en estos momentos. Definitivamente la lluvia era bastante influyente en lo que a sentimientos se refería, por eso, un sábado de octubre en el que tenían que estudiar para una prueba bastante importante de matemáticas, Gilbert pudo romper la cáscara amarga que estaba sobre Anne, descubriendo también que tras la reputación de parlanchina y «vulgar» lo que había era una huérfana asustada y tierna que lo necesitaba más de lo que necesitó a alguien alguna vez en su vida.

-¿En que piensas? -preguntó ella desde uno de los extremos de la cama luego de verlo contemplando la nada por unos minutos.

-Pienso en que momento logré enamorarme de ti.

Esas palabras fueron más que suficiente para que ella bajase la mirada sin dejar de leer su libro de matemáticas casi pegada a la ventana, debido a que era el único rastro de luz que permitía que aquellas letras y números fuesen legibles para el ojo humano. Esa tarde en que el petricor inundaba sus fosas nasales podía ser la ideal, nadie los iba a interrumpir, ni ver. Tenían todo el tiempo del mundo para ser ellos mismos.

-Sé que es muy pronto para preguntarlo, pero ¿te casarías conmigo?

Anne perpleja levantó la mirada, hipnotizada por las palabras repentinas de su novio se atrevió a preguntarse a si misma si lo que vivía era real o simplemente una fantasía. El mismo Gilbert con el que había ido a la escuela toda la vida, su compañero de aventuras desde que tenía uso de razón, con el que había asistido a tantas fiestas de cumpleaños. Gilbert Blythe le proponía matrimonio de la manera más inusual posible, a su manera, tímido, con miedo y en la situación que menos imaginarían.

-Sí -respondió Anne-, me casaré contigo.

-No será ahora, es obvio -levantó su vista con delicadeza-. Cuando seas maestra y cuando sea doctor tendremos una boda en el jardín de Green gables en la que Matthew te llevará al altar, yo estaré ahí con lágrimas en mis ojos viendo como finalmente mi sueño de tantos años se hace realidad. Iremos a vivir a una casa cerca del mar, tal y como siempre has querido, no tendremos que escondernos, y si es posible le gritaré al mundo entero que estoy completamente enamorado de ti, Anne Shirley-Cuthbert... -en un principio no estuvo muy seguro de decir lo siguiente por temor a no ser correspondido de la misma forma, pero decidió arriesgarse- porque te amo.

Inmediatamente, de los ojos de Anne un millar de lágrimas salieron, ella se levantó a abrazarlo y darle múltiples besos alrededor de su rostro mientras el cielo se iluminaba de las centellas que caían a una distancia considerable.

-Te amo con todo mi corazón, Manzanita.

Fue entonces cuando ambos se asombraron de la fluidez en la que despertó la pasión y ocurrió el amor cuando él la llevó a su suave cama de madera tallada a mano y mantuvieron su primer encuentro sexual bajo la mirada de los cuadros de familiares ya fallecidos, flores dibujadas al igual que bordados que habían estado colgados hacía muchísimo tiempo en las paredes blancas de la residencia Blythe. Después del acto, los dos se encontraron bajo las sábanas color perla, ella pasó su dedo índice por el rostro de Gilbert haciendo que este tomara su mano y plantara un beso en la misma.

Le gustaba Anne, le gustaba mucho.

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No soy de las personas que se elogian a ellas mismas, pero siento que nunca había escrito algo tan parecido a lo que se considera Arte.
Me siento TAN, pero TAN orgullosa de mí.
Amor y luz;
~Cassie🌻🌈🍑

「𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 & 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」Where stories live. Discover now