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Si usted llegase a preguntarle a alguien cercano a la casa Blythe que estaba ocurriendo esa mañana, probablemente respondería que el clima nevado los estaba afectando y se estaban matando los unos a los otros.

Pero no.

Matthew y Marilla Cuthbert estaban preocupados porque su niña aún no se despertaba e iban a ser las nueve. Revisaron su habitación, el granero y prácticamente todo Green Gables sin respuesta alguna. Finalmente decidieron ir a la casa de los Blythe.
Esa madrugada, ambos chicos se habían quedado dormidos hablando de las estrellas, del futuro, de la vida. Anne olvidó que tenía que volver a casa, así que, envuelta en los brazos de Gilbert cerró los ojos por lo que según ella iba a ser un minuto... minuto que se convirtió en horas. En un abrir y cerrar de ojos pueden cambiar muchas cosas, en este caso fue de una manera literal. Al escuchar la voz de la señora Blythe, Anne levantó su espalda frenética, sintió que si se ponía de pie sus piernas le iban a fallar, porque aún si usarlas sintió que estaban empezando a temblar, y no precisamente por la acción de hacia unas horas.

Ver esos cuatro rostros con expresiones similares fue tan impactante que Gilbert empezó a sentirse mareado. Desde el punto de vista de los padres, la escena era mas o menos así: El chico no tenía una camisa puesta, Anne tenía el camisón levantado muchísimo más allá de la parte superior de las rodillas, la rebeldía en su cabello rojo era impresionante y la posición en que estaban dormidos -él envolviendo la espalda de la pelirroja con su brazo derecho, mientras que ella posaba una de sus piernas encima de las de su novio- fue la gota que rebosó el vaso. Quizás habría sido menos extraño si sus apariencias hubiesen colaborado, porque desde que eran unos niños dormían en la misma cama de vez en cuando, pero era innegable lo prohibido en la situación.

-Queremos una explicación -dijo Marilla cruzada de brazos, al momento siguiente susurró-. Cristo, esto no puede estar pasando.

Anne tomó aire, miró a Gilbert.

-¡Separense, por Dios! -exclamó la señora Blythe cubriendo su rostro con vergüenza, quería llorar.

Obedecieron sumisos. John y Matthew observaban en silencio.

-¿Son novios? -siguió la mujer desesperada. Ninguno habló, ella se sulfuró- ¡Respondan! Si tuvieron la valentía para hacer... -señaló la cama sin dejar salir las palabras- eso, deben tener la valentía para decir la verdad.

Miró a su hijo. Él desvió la mirada con nervios.

-Voy a preguntar una vez más -dijo aprentando sus dientes-, no me importa quien diablos hable, ¿son novios?

-Sí -respondió Gilbert murmurando.

-¿Desde cuando?

-Desde mayo.

-¿Por qué no nos habían contado? -Matthew Cuthbert habló, sonaba dolido.

-Porque sabíamos que esto iba a suceder -respondió Anne sin mirarlo.

-No es el hecho de que sean novios -dijo John-, todos nos enamoramos cuando somos jóvenes, es que... -miró a su esposa, esta tomó la palabra.

-Es que nos lo hayan ocultado -completó-. Este tipo de cosas está mal, me refiero a que, no es correcto, son tan jóvenes... tan...

No pudo seguir.

-Abusaron de nuestra confianza -dijo Marilla con un tono frío-. Son mejores amigos, lo sabemos, pero creo que lo mejor para todos será que estén separados...

-Hermana, yo creo que... -interrumpió Matthew.

-No intervengas en esto, la decisión está tomada -aunque era algo igualmente doloroso para ella, sabía que iba a ser imposible manterlos lejos, sin embargo, haría el intento por el bien de todos... Anne no podía arruinar su futuro como maestra si llegase a embarazarse tan joven debido a un descuido-. No volverán a verse por un tiempo, no estarán solos ni de regreso a casa, cada día Matthew irá por Anne a la escuela.

-Me parece perfecto -respondió la señora Blythe.

Anne y Gilbert no tuvieron tiempo de despedirse, fueron arrebatados de las vidas de ambos como se le arrebata un dulce a un bebé. Fueron separados en la escuela de sus asientos, no se miraban a los ojos ni caminaban juntos. Ambos morían por besar los labios del otro. Parecía un infierno, pero ella no sabía que él tenía la idea perfecta para que se volvieran encontrar, no físicamente, pero sí de una manera más emotiva.

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Tres días seguidos, mis amores. Se está poniendo bueno todo esto.
Amor y luz;
~Cass.🌻🌈🍑

「𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 & 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」Where stories live. Discover now