Capitulo 7

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Mirando el paisaje que le regalaba la ventana del expreso Hogwarts, Hermione iba sumida es sus pensamientos con la mirada perdida.

Hace días se comportaba de manera distante con sus amigos, los problemas la tenían de esa forma...y lo peor era que no podía hablarlo con nadie.

— Hermione...— dijo Harry interrumpiendo los pensamientos de su amiga.

La castaña dirigió su mirada al azabache que estaba a su lado.

— Debemos ir a la reunión de prefectos...— informo Ron quién también estaba allí devorando una rana de chocolate.

Hermione asintio y siguiendo a Ron, llegaron al último vagón, dónde se reunían los prefectos.

Ya todos los prefectos se encontraban ahí, pero los que más destacaban era Draco Malfoy y Pansy Parkinson.

— No puedo creer que ellos también sean perfectos...— murmuro Ron lo suficientemente alto para que los dos Slytherin lo escucharán.

— Creerlo Weasley. Para nosotros también fue una sorpresa no tan agradable que tu seas un prefecto, ya que nadie en Slytherin sabía de tus inexistentes dotes de inteligencia te permitieran estar aquí...— dijo con frialdad Pansy.

Ron iba a contestar pero Hermione lo detuvo.

— Bueno ahora que ya estamos todos, debemos ir a recorrer los compartimientos, ya que ese es nuestro deber...en Hogwarts nos entregarán nuestros horarios y rondas de prefectos...— informo Hermione a todos los presentes.

A todos les pareció raro el tono de Hermione, ya que no tenía ese tono de mandona, es más, era monótona su forma de hablar.

Todos los Prefectos se comenzaron a dispersar por el expreso, vigilando y controlando a los alumnos.

Luego de unos minutos Hermione ya se encontraba cansada de ir  de un lugar a otro, debía cumplir con su deber pero no estaba de ánimos.

Caminaba devuelta al vagón de los prefectos, mentalmente estaba muy cansada, no tenía ánimos de seguir la ronda.

«Espero que por una vez en su vida Ron cumpla con su deber» pensó

Apenas entre al vagón este estaba solo, no había nadie << perfecto>>

Tome un libro que llevaba en el bolsillo de mi túnica, era de mi padre Regulus.

Lo había tomado tomada de su cuarto, fue lo que más me llamó la atencion, se trataba de un diario.

Antes de poder comenzar a leerlo un ruido llamo mi atención, alguien había ingresado.

Se trataba de nada mas ni nada menos que del Hurón. Solo me dio una mirada con sus fríos ojos, aunque observándolo bien se parecen a los de Sirius.

No me había dado cuenta que lo seguía mirando hasta que llamo mi atención.

— Hey, ¿rata me encuentras muy guapo acaso?— presumió el estúpido

— Piérdete Malfoy —  contesto Hermione tratando de ocultar el diario.

— ¿Que es lo que tratas de esconder sangre sucia? — Preguntó mientras daba pasos lentos hacia mi.

En estos momentos es lo que odiaba, su comentario me había dolido que rápidamente empuñe mi varita y lo apunté mientras me paraba, eso no había sido lo estúpido, lo estúpido había sido que se me había caído el diario.

El ágilmente tomo el diario del suelo, y supe que estaba muerta.

— Vaya..vaya.. Granger así que ahora tomas cosas de los demás — aseveró mientras observaba la tapa del diario donde estaba el símbolo de los Black y el nombre del dueño.

Amar sinónimo de debilidad Where stories live. Discover now