Contaba la leyenda que existía una Flor Mágica que le daría salud y inmortalidad a quien la consiguiera, pero solo era eso; una leyenda o eso creían....
Hermione Granger la mejor bruja de su generación, era una chica muy valiente, audaz, inteligente...
Nadie la veía. Aunque, tal vez había sido ese maldito hijo de Lucius.
Hermione estaba rígida observando a Tom con el ceño fruncido.
— Te contaré toda la verdad, Hermione— dijo finalmente Tom, adoptando una mirada sincera.
Pero Hermione no movió ni un músculo, solo seguía mirándolo como con ganas de propinarle un puñetazo.
— Nadie sabe que trabajo para el señor tenebroso. Mi lugar aquí es prevalecer en las sombras, sin que nadie me vea, así puedo oír y ver todo lo que sucede en esta mansión para comunicar todo al señor tenebroso— explicó Tom con suavidad.
Hermione se suavizó al escuchar su explicación. Tenía un debate interno, por un lado no quería creerle, pero por otro deseaba hacerlo.
— ¿Por qué no me lo dijiste antes?— quiso saber.
Tom se acercó a ella para tomarla por los hombros con delicadeza.
— No podía, amor...
«Amor»
Ambos se sorprendieron al escuchar esa palabra.
— Quería hacerte un invitación — dijo rápidamente Tom, intentando desviar el tema.
La castaña alzo una ceja en un gesto interrogante.
— ¿Algo así como un cita?— sonrió al decir eso.
— Precisamente eso — respondió el mago —. Arréglate y está noche pasaré por tu habitación — informo con algo más de seriedad.
Hermione asintio, intentando ocultar su emoción.
Tom finalmente beso su coronilla y se fue de allí casi corriendo.
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Caminaba de un lugar a otro sin cesar, los cuadros lo miraban con desdén, sus manos acariciaban su larga barba.
Su compañero lo miraba sentado en la silla de la gran oficina.
— ¿Que harás? — pregunto su acompañante con cautela.
— Esperar, todo se trata de paciencia...
—Paciencia, paciencia. ¡Esto ya me hartando!
— No podemos hacer nada aún. Aunque la señorita Granger nos está facilitando el trabajo — confesó con una sonrisa.
— Siempre has sido igual....utilizas a los demás.....cómo el estúpido niño potter...
— El joven Potter es un ser muy manipulable, además todo lo que hacemos es por el bien común.....
El hombre rubio sonrió con cinismo.
— Muy cierto, Albus, muy cierto...
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