Capítulo 4

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Never made it as a wise man

I couldn't cut it as a poor man stealing

Tired of living like a blind man

I'm sick of sight without a sense of feeling

And this is how you remind me

This is how you remind me

Of what I really am

This is how you remind me

Of what I really am

How You Remind Me: Nickelback

Sentía que sus pulmones estaban ardiendo. El sudor corría por su frente y sus ojos ardían a más no poder. No prestó atención cuando una mujer le regañó por ingresar de esa manera. Continuó corriendo lo más rápido que sus piernas le permitieran.

El ascensor nunca fue una opción; rápidamente entró por las escaleras y subió los escalones de dos en dos, dejando atrás uno, dos y tres pisos hasta alcanzar el de urgencias. Sus pies se movieron rápidamente por todo el pasillo, sus ojos miraban en cada habitación que pasaba.

Finalmente, sus zapatos converse emitieron un fuerte chillido cuando se detuvo de golpe. Frente a ella, una imagen de Jade vestida con una simple bata de hospital, un grueso vendaje cubriéndole la cabeza y varios adhesivos y rasguños en su rostro la golpeó.

Sintió que el corazón se le cayó al piso.

Sus pies volvieron a moverse instintivamente hasta entrar en la habitación. Todos los presentes giraron rápidamente hasta ella, especialmente Jade. Sus ojos celestes le miraron con una mezcla entre asombro y curiosidad; estaba bañada en sudor, con las lágrimas brotando como una fuente de sus ojos. Su pecho subía y bajaba frenéticamente.

— ¿Vega? — Escuchó su voz y esa fue la señal para saber que, al menos estaba bien. Por eso no lo pensó dos veces y se abalanzó sobre ella a pesar de los gritos de los presentes, especialmente de Cat y Ruby.

Solo quería sentir que su chica está bien y transmitirle que lo siente, que siente haber pensado lo que pensó, que siente haberla apurado. Qué siente no haber estado ahí para ayudarla.

Y la mejor forma en transmitir todo lo que siente es besándola. Besándola como siempre lo ha hecho, como siempre consiguió transmitirle todo aquello que nunca pudo con las palabras. Tori tomó el rostro de Jade con toda la delicadeza del mundo, como si de un momento a otro se fuera a romper en sus manos y pegó sus labios con los de ella, en un beso cálido y amoroso. Como solo eran sus besos.

Nada jamás la habría preparado para lo siguiente.

Lo único que sintió fue un fuerte golpe en su pecho que la empujó lejos. Apenas consiguió mantener el equilibrio y, cuando sus ojos se abrieron se encontró con una mirada que hace años no veía.

— ¡¿Qué demonios estás haciendo?! — Los ojos de Jade estaban prácticamente desorbitados por la impresión. Sus mejillas estaban tan rojas por la vergüenza que el rubor alcanzaba la punta de sus orejas. — ¡¿Te volviste loca o qué te pasa?! ¡¿Por qué me besas?!

Tori escuchó cada palabra de Jade, cada sílaba pronunciada; el tono de su voz era idéntico, lo conocía, esa era Jade..., la Jade que conocía desde hace años... y aun así no entendía nada. Creyó que esa Jade jamás se mostraría ante ellas otra vez.

— Jade, cálmate — La voz de Ruby sonó nerviosa mientras tomaba del brazo a su hermana.

— ¡¿Cómo quieres qué me calme si ésta loca me besó?!

— Ahm... ¿Victoria Vega? — Tori escuchó la pregunta de la doctora y volteó erráticamente. Solo puede asentir, ninguna palabra salió de su boca y tampoco era capaz de ver a Jade. No supo en que momento, pero comenzó a sentir el ardor de la bilis subiendo por su garganta. De un momento a otro sintió que todo estaba mal con ella, que no debía estar ahí. — Soy la doctora Lauren Bloom, acompáñeme, por favor, le daré algo para ese malestar que está apareciendo...

— Voy con ustedes — Dijo Cat y Sam la dejó ir, suspirando.

Tori se fue detrás de la doctora sin decir una sola palabra. De hecho, ni ha conseguido entender aún que lo es lo que ha sucedido hace unos minutos. André también se les unió a un costado de la habitación, en donde la vista de los que permanecen adentro no llega.

— Enfermera Olsen, necesito que me traiga un calmante, por favor. Y un antiemético.

— Enseguida, doctora.

— Señora Vega, por favor tome asiento — la mujer volvió a mirar a Tori quien parece tener la vista perdida. — Esto es un poco... complicado de explicar, pero debe intentar ser fuerte.

— ¿Qué le pasa a Jade?

— Por ir a exceso de velocidad chocó contra otro auto... venía sin cinturón de seguridad, por lo que salió despedida por el parabrisas, eso le generó una fuerte contusión cerebral... por lo que tiene pérdida de memoria parcial.

— Oh por dios — Tori sintió como sus piernas fallaron al instante y, una vez más, los sollozos hacen su aparición. Su nariz está totalmente roja al igual que sus ojos de tanto llorar.

— Estuvo inconsciente durante dos horas, por lo que no sabemos qué cosas recuerda y que no...

— Pues es obvio que no recuerda ni siquiera que salimos — su voz se quebró y se maldijo. Aquello sonó más como un reclamo y se odió por eso. Su cara está deformada por el dolor que siente en su pecho. — Qué... ¿Qué podemos hacer? ¿Cuánto tiempo estará así?

— No lo sabemos con certeza. Este tipo de lesiones pueden durar unas cuantas horas o días. Pero hay ocasiones en que puede durar mucho más tiempo...

— ¿Por qué nadie me dijo nada?

— Yo... yo te llamé apenas me enteré, Tori — La voz de Cat también suena terriblemente afectada. Jade es su mejor amiga y también debe estar pasándola fatal. Es por eso que Tori no puede culparla y decide estrecharla en un fuerte abrazo y llorar juntas, lo único que pueden hacer es desahogar su dolor.

Sin embargo, aún queda una pregunta ¿Qué sigue después?

~~o~~

*Toca el micrófono* ¿Hola? ¿Están aún? ¡Hola! La dosis de hoy. Espero que les haya gustado. Las cosas se complican para Tori ¿No creen? ¿Cómo creen que irán las cosas a partir de ahora?

Muchas gracias a los que han apoyado la historia. Espero que me acompañen hasta el final. Son mi combustible ¡Nos vemos la próxima vez! (O sea, mañana XD)

¿Me amas cómo siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora