¿Me amas cómo siempre?

Capitulo 6

Fight

Babe I'll fight to win back your love again

I will be there, I will be there

Love

Only love can break down the wall someday

I will be there, I will be there

If we'd go again all the way from the start

I would try to change the things that killed our love

Your pride has built a wall so strong

That I can't get through

Is there really no chance to start once again?

I'm loving you

Still loving you: Scorpions

— ¿Puedo pasar?

— Claro, te esperábamos.

La doctora Bloom le hizo una seña con la cabeza y Tori accedió a la habitación. Frente al escritorio, Jade yacía sentada junto a sus padres.

La gótica estaba sin ningún tipo de vendaje en la cabeza y vestida con un suéter de color negro, unos leggins del mismo color y unas converses blancas. Tori sonrió, le había prestado las llaves de su casa a Ruby para que le buscara algo de ropa, explicándole que el lado derecho del vestidor era donde estaba el vestuario de su hermana y sí, fue de ahí donde sacó toda la muda, pero esos tenis no eran de ella, eran suyos, solo que a Jade le encantaba usarlos y por eso siempre estaban de su lado del vestidor.

Pero la sonrisa no le duró mucho; los señores West le daban miradas filosas, llenas de odio. La morena apenas lo notó mantuvo la vista fija en algún punto fijo al lado de la familia West. No miró a nadie, ni siquiera a Jade. Sabía que no estaba en puerto seguro y dudaba de lo que le esperaría de ahora en adelante.

— ¿Por qué está ella aquí? — La voz del señor West sonó como dos puñales que iban directo a su pecho. Tori apenas dio un respingo, sorprendida de la frialdad, pero no hizo nada más. No volteó a enfrentarlo y se dedicó únicamente a esforzarse en mantener su atención puesta en la doctora.

— La señorita Vega también es familia de Jade, señor West. Tiene todo el derecho de estar aquí, además, creo que es lo mejor para la paciente.

El hombre no hizo ningún gesto, nada que demostrase emoción, pero todos sabían que había aceptado, a regañadientes, las condiciones de la doctora Bloom, al menos por el momento.

— Bien ¿Cuándo me puedo ir?

— Que bueno que preguntas — la joven médico giró su silla 90 grados para quedar de frente a una pantalla negra que se encendió cuando accionó el control remoto. En ella aparecieron tres radiografías del cráneo de Jade. — Jade, el daño que sufriste en el cráneo fue justo en esta zona — empezó a explicar, apuntando con un láser una zona de la radiografía —, por suerte, no hubo fractura, no necesitaste una operación. Sin embargo, los ganglios basales si se vieron afectados.