¿Me amas cómo siempre?

Capítulo 7

It's just a problem that I'm faced with am I

Not the only one who hates to stand by

Complications that are first in this line

With all these pictures running through my mind

Knowing endless consequences

I feel so useless in this

Get back

Step back

And as for me, I can't believe

Hell Song: Sum 41

1

La brisa cálida de Los Ángeles acariciaba su rostro, otorgándole cientos de sensaciones diferentes. Era increíble lo que estaba pensando, pero lo estaba; extrañaba el exterior, el ruido de las personas, la algarabía del tráfico... el mundo. Aun así se sentía como una extraña, como si no perteneciera a aquel lugar y cuando Tori dejó la Hollywood Freeway 101 con dirección sur por la salida 2-B, sintió que, sin duda alguna, estaba perdida.

No había volteado ni un segundo a verla, la morena tampoco había dicho una palabra. Pensaba que debía hacer todo el camino lo más cómodo para Jade y si ella no quería dirigirle la palabra, tampoco forzaría una conversación que la hiciese cerrarse más.

No había existido un verdadero avance desde que se anunció el alta de la gótica. Después de la reunión, donde Tori sintió que, por un momento, había quebrado una de las barreras que se habían alzado nuevamente en ella, recibió la noticia de Jade había decidido irse a su casa, a su hogar.

En ese momento pensaba que todo iba a ser como antes, que le había dado un mazazo destructor a la muralla West, pero rápidamente se dio cuenta que aquello no era más que una simple ilusión en su cabeza. No le quedó más remedio que hacerse la idea de que, en ese instante, no era más que una antigua compañera de escuela que había desaparecido de un momento a otro, lo que le hacía sentir realmente incómoda.

Siempre se preguntó que habían pensado los chicos después de haberse ido de Hollywood, sin despedirse, sin explicarse. Siempre se recriminó por eso, pero no podía decirlo. No sentía el valor.

André lo entendió rápidamente después de oír sus motivos tiempo después. Lo mismo sucedió con Jade cuando se encontraron nuevamente en Los Ángeles y aunque esta nunca se lo dijo, conociendo a la vieja Jade, se lo había recriminado y mucho. El clan se rompió gracias a ella.

Y ahora se encontraba en su auto, con dirección a Echo Park, con esa Jade.

Suspiró profundo. No pensaría más en eso. No. Dejaría que las cosas fluyeran, su Jade estaba ahí dentro, en algún lugar y ella la iba a encontrar. Así que se acomodó en el asiento, subió un poco más el volumen del reproductor y comenzó a tararear P.S.Y.C.H.O.T.I.C de The Warning.

— ¿Qué está sonando? — A Jade no le pasó desapercibido el ritmo punk ochentero ni las voces femeninas. El ritmo se le hacía ridículamente familiar, parecido a Ramones, pero Vega jamás escucharía ese tipo de música, ni en un millón de años.

Sin embargo, Tori saltaba y hacía la señal del triunfo a un público imaginario en su interior. Había colocado esa canción a propósito; ese grupo de chicas era el que había grabado su álbum en el estudio de Tori y esa canción en específico, era la favorita de la gótica. No pudo evitar que la sonrisa se dibujara en su rostro.