13. Una simple gripa

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La semana estuvo MUY ocupada, al menos en lo relacionado con la escuela. La mayoría de las materias iban retrasadas debido a las suspenciones y demás cosas que habían sucedido por lo de esa luz verde, por lo que a los maestros no se les ocurrió mejor manera de compensar eso que dejándonos toneladas de tareas y proyectos como si no tuviéramos otras materias en las que trabajar.

Lo único "bueno" de esto es que gracias a lo ocupado que estaba casi no pude hablar con Senku, mucho menos pasar tiempo con él. A pesar de que él había terminado la gran mayoría de trabajos antes de media semana yo tuve que ponerme en ello incluso en la noche y la madrugada.

- _____, no te duermas

Taiju me picó el hombro con el dedo, de inmediato dejé de cabecear y bostecé. Deportes era la única materia en la que no teníamos tarea extra, y gracias a qué nuestro maestro si tenía algo de piedad por nuestras pobres almas últimamente nos dejaba las clases libres, algo que yo aprovechaba para sentarme a descansar en las gradas que rodeaban a medias el gimnasio.

- Perdón, anoche no dormí nada

- ¿Ni siquiera un par de horas?

- No, iba atrasado con uno de los trabajos que adelantaron su entrega para hoy así que me quedé despierto terminandolo.

- Debería aprovechar el fin de semana para descansar

- Con gusto, creo que podría hibernar desde mañana hasta el lunes

Estiré los brazos y me puse a ver al resto de alumnos en la cancha.

- Por cierto, ¿Dónde está Senku?

- Ya sabes que no le gusta esta clase, siempre que el profesor la da libre se va

- Cierto...

Suspiré y recargué mi cabeza contra mi mano. Hace dos días fui a hacerme las radiografías que me pidió el doctor Satō, me dijeron que enviarían los resultados directamente con él y que yo podría ir a enterarme de ellos hasta el lunes de la siguiente maldita semana. ¿Por qué siempre hasta la siguiente semana?

Estoy seguro de que no estoy tan mal, después de ese pequeño ataque que tuve el lunes no había vuelto a experimentar nada tan grave, solo una que otra tos con un poco de sangre en ocasiones, y la ya típica dificultad momentánea para respirar.

- Iré a ver dónde está, tal vez pueda pedirle ayuda con los trabajos de ciencias

- Bien, nos vemos en un rato

Deportes era la última clase que teníamos hoy, así que recogí mis cosas y las metí en mi mochila. La cargué por el pasillo mientras buscaba a Senku, debía de estar en la biblioteca o en el laboratorio, como siempre.

Cuando me acerqué a este último escuché un par de voces dentro, una era la de Senku, y la otra...

- ¿Senku? ¿Con quién...?

Al asomarme me encontré con un par de chicas, una rubia y otra castaña, hablando con Senku mientras esté trabajaba en un proyecto suyo.
El par de chicas reían, al parecer por algo que acababa de decir mi amigo, quien no parecía darse cuenta de que yo había llegado.

Aunque...tal vez sea mejor que me vaya, no quiero interrumpir su conversación...o eso creo...
Un molesto peso se colocó en mi pecho mientras me dirigía a la salida de la escuela.
....

El fin de semana me regresó fuertemente la fiebre, acompañada de una fuerte debilidad muscular que hizo que me la pasará en cama, o bueno, más en específico en el sofá de la sala, ya que me quedaba cerca de la cocina, pero aparte de ir por vida y al baño técnicamente no me moví de ahí. No me molesté en intentar contestar mensajes o llamadas de mi celular.

Lo más que hice que no fuera mantenerme vivo y remotamente limpio fue alimentar a Hebi, además de eso no hice otra cosa. Ni siquiera podía dormir bien, en cuanto lo hacía me atacaban unos violentos ataques de tos que me hacían sentir que mi garganta de iba a desgarrar.
Al final, entre la fiebre que no cedía a pesar de la medicina, mis lágrimas y algo de sangre mezclada con pétalos que escupía, mi ropa y sabanas quedaron hechos un desastre.

- Ma-maldicion...

Estiré mi brazo hasta tomar mi celular que descansaba sobre la mesa, ignore todas las notificaciones pendientes y me ocupé de marcar con rapidez el número que necesitaba. Los toques de espera no tardaron mucho en ser sustituidos por la voz del dr. Satō.

- Hola ____, ¿Cómo te encuentras?

- Bueno, a-ahora mismo...apenas puedo hablar...

Tosi con fuerza y me hice un ovillo en las mantas, tengo mucho frío. Unos breves escalofríos me recorrieron la columna mientras respondía.

- Sé que es una mo-molestia...¿pero podría ve- venir?...

- Ya estoy en el auto, ¿Te duele mucho?

- N-no, pero...estoy cansado...y hace frío, mucho, pero aún así...estoy sudando...

- Bien, sígueme contando, ¿hiciste algo más? ¿Desde cuándo te sientes así?

El doctor me mantuvo hablando un rato que a mí se me hizo eterno, hasta que finalmente me anunció que ya estaba en la reja de mi casa y que necesitaba que yo fuera a abrirle.

Me envolví en una manta y salí al exterior sin siquiera molestarme en ponerme zapatos. Las piernas me temblaban tanto que cuando finalmente llegué a la reja tuve que apoyarme en esta para poder mantenerme de pie y abrirla, apenas lo hice las rodillas me fallaron.
Me hubiera caído al suelo pero Satō me sostuvo y me hizo entrar de vuelta a mi casa.
....

- Entonces, ¿En serio no sé lo has dicho a nadie?

Negué con la cabeza mientras me hundía más en el agua tibia de la tina. Después de hacerme tomar algunos medicamentos el doctor me hizo tomar un baño con agua tibia, ahora mismo sólo estaba reposando en medio del agua mientras él me hablaba.

- Mira, ahora mismo lo que te dio fue sólo gripa, sin embargo si tuviste recientemente un "ataque" muy fuerte cómo el que me contaste al parecer eso te afectó, lo suficiente como para que te sintieras tan mal por una enfermedad que normalmente no te pone grave. Lo más seguro es que se te habría pasado solo en algunos días pero eso no será así cuando avance más tu enfermedad.

Suspiré y me recargue en el borde la tina, me sentía mucho mejor sinceramente, pero las palabras del doctor me hacían preocuparme un poco.

- Me gustaría que se lo contarás a alguien, entiendo que no se lo quieras decir a tus padres y ahora mismo no serviría de mucho decírselos, pero necesitas contar con alguien que pueda ayudarte, que sepa que estás... vulnerable.

- Estoy bien solo, además está usted

- Soy cirujano también, hoy fue suerte que si pudiera venir contigo. Te lo pido, sabes que me preocupo por tí

- Ah, lo sé...es cómo de la familia, al menos para mí. Intentaré buscar a alguien a quien decirle

- Bien, espero que así sea.

Me dió indicaciones de que comiera y bebiera algo (ya que al parecer estaba deshidratado y delgado) además de dejarme un par de medicinas y unas pastillas para el dolor, y después se fue.

Me tomé mi tiempo de estar una hora más en el agua antes de que está comenzará a teñirse de rojo y tuviera que correr a vomitar en la taza del baño.

Solo Es Ciencia/ -Senku X Male Reader (Hanahaki Disease)- حيث تعيش القصص. اكتشف الآن