Capítulo 3

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La casa de Rodolfo y Blanca Colunga quedaba a unas seis manzanas de distancia de dónde el vivía, el tráfico estaba normal tanto que no demoró en llegar.

----Luego de aparcar el coche frente a la entrada principal, el jardinero lo recibió saludandolo y preguntándole cómo estaba a lo que respondió que muy bien.

Juan le comentó algo sobre su padre enfermo a lo que el respondió que pronto iría a verlo.

Su madre le había dado una copia de las llaves de la casa, y aunque él nunca quiso aceptarlas ella insistía en que debía tenerlas con el, en caso de emergencias o de alguna otra eventualidad.

Inserto la pequeña llave dorada dentro de la cerradura, terminó de abrir la puerta, el ambiente que se respiraba era cálido y agradable, la frescura y el olor a rosas inundó sus fosas nasales, a su madre siempre le gustaba mantener la casa llena de flores, en especial rosas blancas sus favoritas.

Rodolfo Colunga exitoso y multimillonario empresario, dueño del emporio "Colunga Companies S.A" con varias sucursales dentro y fuera de la ciudad y alrededor del mundo respetado y querido por casi la mayoria de sus empleados,odiado por otros uno de los más influyentes e importantes empresarios de la ciudad y del mundo entero.Rodolfo siempre quiso que Fernando siguiera su legado dentro de sus empresas, que Fernando estudiara algo relacionado con el manejo de las empresas donde el era dueño, Finanzas o quizá Administración.

---- Era un hombre acostumbrado a que se hiciera su voluntad y que Fernando lo obedeciera en todo, siempre dijo que él tenía que continuar llevando el apellido "Colunga" muy en alto, pero cuando Fernando le dijo que quería estudiar medicina, y ser un exitoso médico,se negaba a aceptarlo, amenazó incluso con desheredarlo.

-----Blanca como toda buena madre intercedio por su único hijo, le rogó a su terco marido que dejara a su hijo seguir su camino, sin que nadie le estuviera diciendo que hacer o tomando decisiones por el. Rodolfo al final de cuentas no tuvo más remedio que aceptar las decisiones de su hijo.

Fernando no encontró a nadie, ni los empleados, ni a su madre, nadie.

Supuso entonces que estaban preparando la merienda, se dirigió a la cocina donde casi la mayoría de los empleados estaban allí.

------ No encontró a su madre,pero si encontró a su nana, aquella mujer que los años habían hecho estragos en ella, sus cabellos negros y brillantes habían cambiado de color, ahora su cabeza estaba cubierta de cabellos blancos tenía el cabello recogido en forma de moño sobre su cabeza, su rostro tenía unas arrugas, a causa de su edad,arrugas adorables para Fernando, para ella la hacían lucir mucho más vieja, Fernando siempre le decía que aquellas arrugas la hacían lucir aún más guapa que de costumbre.

----- Benita estaba de espaldas a la puerta de la cocina,cortando unos vegetales para la ensalada, Fernando entró de puntillas sin hacer ruido para sorprenderla.

----- Oye muchacha, saca el pastel del horno, debemos decorarlo le dijo la nana a una de las empleadas antes de seguir con los vegetales.

----- Traigo muchísima hambre nana, espero una enorme rebanada, Fernando estaba detrás de ella.

Benita dejo el cuchillo sobre la isla
de la cocina, dándose la vuelta lo vio parado detrás de ella, Fernando le sonreía mientras ella se abalanzó sobre él dándole un enorme abrazo.

---- Fer, que bueno que viniste.

---- Como estás nana?

---- Bien mi niño, estoy bien.

---- Y mi mamá?

----- Seguramente debe estar arriba, en su habitación.

----- Y mi papá?

La Paciente Desconocida ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora