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Renjun reía, viendo a su novio totalmente avergonzado a su lado, como siempre, su padre hacía comentarios que le hacían acabar en ese estado. La historia de su "Propuesta de matrimonio" había llegado a oídos de los padres de Huang, por lo que los comentarios al respecto no tardaron en llegar cuando se sentaron a cenar en aquel restaurante.

El de cabellos blancos hablaba con palabras torpes bajo la burlesca mirada del padre de su novio, la mujer a su lado reía también, mirando con ternura al coreano.

— Bueno, señor, yo... fue una broma, pero no dudaría en casarme con su hijo en algún momento.

— Jaemin-ah. — Incluso las mejillas del castaño estaban rojas. — Está bien, ellos están bromeando. — Tomó una de sus manos, sin dejar de sonreír. Su teléfono sonó dentro de sus pantalones, el cual no tardó en sacar para revisarlo. — Oh, es la mamá de Chenle, vuelvo enseguida. — Se levantó de la silla, alejándose unos metros para poder escuchar a la mujer en la línea. — Hola, mamá. 

— Renjun. — Su sonrisa se borró en menos de un segundo, la voz de la mayor sonaba triste, entre lágrimas. — Mi niño...

— ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

— Es Chenle... Tuvo un accidente. — Su corazón se detuvo en ese instante, no podía ser cierto, él había hablado con su amigo hace sólo unas horas. — Está en operación ahora mismo, yo creí que debías saberlo.

— ¿Cómo que accidente? ¿Qué pasó? 

— Iba a salir con unos chicos, un auto se subió a la acera por la que iba.

— ¿Lo atropellaron? — Su voz sonó estrangulada, las lágrimas saliendo sin permiso de sus ojos en menos de un segundo.

— Recibió el mayor impacto, protegió a una muchacha que estaba ahí.

— No puede ser. 

Llevó su mano libre a su boca, ¿Cómo de repente todo se había vuelto oscuro en su mente?

Su mejor amigo estaba siendo operado porque lo habían atropellado.

Recibió el mayor impacto.

¿Acaso él podría morir?

Sollozó ante la breve idea de perder a su alma gemela.

No podía estar pasando, él estaba a kilómetros lejos ahora mismo, necesitaba ir hasta allá, necesitaba...

Abrió sus ojos, recordando... Él no era el único que necesitaría verlo.

Volvió a la mesa, atrayendo preocupadas miradas en su dirección.

— Jisung... Tengo que ir con Jisung. — Dijo sin más, alejándose de la mesa otra vez, yendo directamente a la salida mientras volvía a guardar su teléfono.

— Iré con él. — Jaemin se levantó en cuanto el castaño cruzó la salida, haciendo una reverencia a los padres antes de finalmente correr detrás de su novio.

Jisung, él debía saberlo también, no podría ocultárselo, así como Renjun querría saber del estado de Chenle, Jisung también querría saberlo.

No podía pensar en cómo lo diría, y es que sonaba irreal incluso para él.

Chenle no podía estar muriendo, no, eso no podía, él tenía una larga vida aún, tenía que arreglar las cosas con Jisung, debían volver a ser felices juntos.

Chenle debía seguir abrazándolo como sólo él sabía, debía seguir siendo el chico que le dijera que debía dejarse amar, que dejara el miedo atrás. 

Secret. [Chensung]Место, где живут истории. Откройте их для себя