Especial Navidad uwu

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Siete años después.

No podía creerlo. 

Chenle seguía siendo igual de impuntual que hace trece años, ¿Cómo su novio podía hacerlo esperar tanto? Se supone que lo recogería en centro comercial hace casi una hora, él terminaría de comprar los regalos para sus amigos y familia luego de que el chino recibiera una llamada —según él— urgente, ¡Chenle sólo tenía que ir en auto a buscarlo!

Había demasiada gente en todos lados, incluso aunque intentara tomar un taxi, eso le tardaría otra media hora, y no creía poder soportar otros diez minutos ahí.

Iba a matar a Chenle, de verdad iba a hacerlo, había sido su idea en primer lugar esperar hasta el último día para comprar todos los regalos. Sabía que no debía de haber confiado en él, por su culpa sentía sus dedos a punto de caerse. 

Refunfuñó a ver el conocido auto acercarse a él, una vez se detuvo, caminó hasta el maletero, poniendo todos los regalos ahí, para luego sentarse con molestia en el asiento junto a Chenle. 

— Amor... — Habló el mayor, nervioso por la expresión de Jisung.

— No quiero escuchar una palabra de lo que tengas para decir. — Levantó su dedo índice en su dirección, sus ojos irradiando enojo a más no poder. — ¡Una hora!¡Una jodida hora! ¿Sabes el frío que está haciendo? Pudiste llamar. — Encendió la calefacción, frotando sus manos para ayudar a su temperatura corporal.

— Es que yo...

— Dije que no quiero escuchar una palabra de lo que quieras decir, Zhong, ahora no. — Bufó, mirando por la ventana. — Dios... Estoy seguro que hasta mis cejas se congelaron.

Chenle lo miró triste, no debió haberlo dejado solo en el centro comercial, al menos debió dejarle los calientamanos que estaban en el auto antes de irse.

Tomó el chocolate caliente que había pedido de camino al lugar, extendiendolo en silencio hasta el de cabellos claros. Jisung lo tomó a regañadientes, tomando un sorbo del caliente líquido, sintiéndose entrar en calor aún más rápido gracias a ello.

— Te dije que no debíamos esperar hasta el último día, todo el mundo está en la misma situación. — Regañó una vez más al ver cómo habían quedado atascados en el tráfico. — Si me hubieras escuchado...

— Lo sé, amor, de verdad lo lamento, voy a compensarte, lo prometo. — Estiró su mano hasta llegar a las piernas de su novio, apretando su muslo suavemente. — ¿Tienes hambre? Podemos ir a comer, o pedir algo mientras llegamos a casa.

— Me gusta más tu comida. — Respondió indiferente, sin apartar la mirada de la ventana.

Chenle sonrió, Jisung podía ser muy orgulloso cuando quería.

El menor suspiró con cansancio, puso las bolsas de las compras en la mesa, arrepentido de no haber pedido que envolvieran los regalos en el centro comercial.

— Ve a la cama, yo los envuelvo. — Chenle llegó junto a él, abrazándolo por la espalda.

— No, está bien... — Se giró, quedando frente al mayor. — Podemos hacerlo juntos.    — Sonrió.

— Cariño, estás cansado, ve a la cama, no tengo problema en hacer eso, es lo que puedo hacer luego de haberte dejado ahí.

— Tienes razón. — Chasqueó sus dedos. — Te esperaré ahí entonces.

El castaño rodó sus ojos con una sonrisa en sus labios, empezando con su tarea rápidamente, no siendo muy difícil saber qué regalo era para quién.

Secret. [Chensung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora