Capitulo 13

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Era un nuevo día, Emilio desayunaba con su familia mientras que Joaquín hacía su trabajo afuera.
-Joven Emilio, lo busca el joven Diego- avisó Manuela.
-Gracias Manuela, ahora voy- dijo Emilio-. Provecho familia, estaré afuera con Diego.
-Claro hijo- dijo Juan.
Emilio salió de la cocina para ir a saludar a su amigo y para platicar más tranquilos salieron al patio, Diego observaba lo bonito que estaba el jardín y a lo lejos vio a Joaquín cortando las ramas de unos árboles.
-Hola Joaquín- lo saludó.
-Hola Diego- devolvió el saludo estando lejos.
-¡Wow! Tenías razón, Joaquín es un buen jardinero.
-Es el mejor de todos- dijo Emilio soltando un suspiro mientras lo miraba trabajar y Diego lo notó.
-Emilio, no quiero romper el hielo pero al parecer Joaquín si te trae bien enamorado.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Es obvio, el suspiro, las miradas y esa boba sonrisa que te distingue.
-Pero si tú no te quedas atrás, ¿acaso crees que no noté ese brillo en tus ojos cuando conociste a su hermana?
-¿Insinuas que estoy enamorado de Renata? Pues dejame decirte que... Estás en lo cierto, Renata me gusta desde el primer momento en que la conocí.
Emilio se sentía feliz por saber que su amigo había encontrado a una persona que realmente lo quisiera, pero al instante esa alegría se esfumó y miró una vez más a Joaquín, quien ahora estaba regando los girasoles.
-¿Qué pasa amigo?- preguntó.
-Para ti será fácil andar con Renata- dijo con la mirada baja.
-Lo dices por Joaquín ¿cierto?
-Si, por más que quisiera conquistarlo no podré estando en vigilancia de mis padres y teniendo a Seidy encima de mí.
-Amigo, debes seguir a tu corazón, si realmente quieres decirle a Joaquín lo que sientes hazlo porque cuando quieras hacerlo probablemente sea tarde. No importa lo que diga tu familia ni Seidy, solo tienes una vida entonces haz lo que se te dé la gana. Todos tenemos una historia que nunca nadie sabrá y la tuya con Joaquín puede ser esa.
Emilio volteó una vez más hacia Joaquín y le dio ternura ver cómo hablaba con aquellos girasoles, su amigo tenía razón, tenía que confesarle a Joaquín su amor antes de que fuera demasiado tarde.
-Tienes razón Diego, tengo que decirle antes de que sea demasiado tarde- dijo Emilio-. Ahora el problema es encontrar el momento para decirle, con él trabajando aquí y yo recibiendo la visita de Seidy todos los días va a ser imposible.
-¡Ya lo tengo! ¿Recuerdas el campo de girasoles por el que pasamos cuando fuimos de viaje a la playa?
-¿El que queda sobre la carretera para salir de la Cuidad de México?  Claro que me acuerdo.
-Por lo que veo a Joaquín le encantan los girasoles, puedes llevarlo ahí ya que será un momento en el que podrán estar a solas y le dices lo que sientes.
-Tienes razón amigo, eso haré.
-Ya llegué amor- dijo Seidy quien acababa de llegar y le dio un beso a Emilio-. Hola Diego.
-Hola
-¿Qué estaban haciendo?
-Nada, solo platicabamos.
-Supongo que le decías a Diego que cuando cumplas 18 nos vamos a casar tal y como lo dijeron nuestros padres.
-Si, era eso.
-Ya sabes Diego, estarás invitado a la boda.
-Claro, gracias.
Seidy se sentó sobre las piernas de Emilio y este cruzó mirada con Diego rodando los ojos por el cometario de la chica, pero ya estaba dispuesto a declararle su amor a Joaquín.

El Jardinero Where stories live. Discover now