Capitulo 32

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La noche había caído, Kiko bajó al comedor donde se encontraban sus padres y hermana cenando.
-Ya me voy- avisó.
-Si hijo, te vas con cuidado- dijo Niurka-. ¿Y tu hermano? ¿No va a bajar a cenar?
-No, y no creo que quiera verlos después de que lo alejaron de el amor de su vida.
-Entiende que lo hicimos por su bien y porque ese muchacho no está a nuestro nivel.
-No quiero comenzar a discutir sobre lo mismo así que lo mejor es que me vaya. Nos vemos en un rato.
Cuando Kiko discutía con su familia Emilio aprovechó para salir rápido con una maleta antes de que lo vieran y esperó a su hermano en el auto. Esperó un rato hasta que Kiko salió.
-¿Listo?- preguntó el mayor.
-Si, todo sea por estar con el amor de mi vida y ver crecer a mi hijo- dijo Emilio.
-Bien, entra a la cajuela.
Así lo hizo, después de que Emilio quedará acomodado dentro de la cajuela Kiko salió de la casa sin levantar sospecha ante el guardia de la puerta y de las cámaras de seguridad. Cuando ya estaba alejado de la casa detuvo el auto para abrir la cajuela y ayudar a Emilio a salir.
-Listo, ya estamos algo lejos de la casa- dijo Kiko ayudándole a bajar su maleta-. Cuidense mucho hermano, cualquier cosa no dudes en llamarme.
-No te preocupes hermano, una vez más gracias por todo- dijo Emilio conteniendo las lágrimas.
-Cuida bien a Joaquín y a mi sobrino.
-Con mi vida.
Los dos hermanos se despidieron con un abrazo para que Emilio tomará un taxi que iba pasando en ese momento y pidió que lo llevará a casa de Joaquín.
Después de unos minutos llegó, pagó el pasaje y caminó hasta la puerta, al tocar una Renata preocupada con lágrimas en los ojos le abrió la puerta.
-Cuñadito- lo abrazó en cuanto lo vio.
-¿Qué pasa Renata? ¿Por qué estás llorando?- preguntó el rizado correspondiendo al abrazo.
-Joaquín no aparece, no ha llegado a la casa, le hemos estado marcando desde hace horas pero solo nos manda buzón.
-¿Cómo que no ha llegado? Si desde el mediodía debió haber estado aquí cuando mi papá lo corrió de la casa.
-¿Por qué lo corrió?
-Lo que pasó fue que la chismosa de Seidy nos siguió esta mañana al parque y le contó a mis padres que teníamos una relación a escondidas de ellos, pero no fue todo, también se enteraron que Joaquín está embarazado y que el bebé es mío.
-Pobre de mi hermano, pero no te sientas mal Emilio, nada de esto es tu culpa, mi mamá fue la primera que supo de el embarazo de mi hermano y dijo que lo apoyaría. Ahora no sabemos dónde podrá estar, me preocupa que le pase algo a él o al bebé.
La angustia en ambos jóvenes era enorme ya que no tenían ni una idea de dónde podría estar Joaquín, hasta que un lugar le vino a su mente.
-Creo que ya sé dónde puede estar, prestame las llaves del auto de tu hermano- dijo Emilio-. Mientras regreso hagan una maleta con las cosas de Joaquín.
-¿Qué harás cuñado?- preguntó Renata al entregarle las llaves.
-Les explico cuando lleguemos, hagan lo que te pedí.
Emilio subió al auto de su novio para ir en su búsqueda mientras Eli y Renata empacaban las maletas.

El Jardinero Où les histoires vivent. Découvrez maintenant