Capitulo 2: Pambo es chica muerta

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-¿Aun no te has comido un caballo?

La voz de Cristóbal hizo que yo pudiera regresar en sí, enseguida me aparte de Javier. Lo bueno era que yo me iba a comportar indiferente y cortante cuando él estuviera cerca me recrimine. Gracias al cielo que Cristóbal había interrumpido, no quiero ni pensar lo que hubiera pasado.

-Al parecer aun no tenemos una solución a nuestro problema, así que deje nuestro equipaje en el armario de visitas -explico Cristóbal-. Hola Javier -estrecho la mano de su colega-. Me alegro de verte.

Enseguida Cristóbal pasó su brazo por encima de mis hombros, sabía que era un gesto amistoso pero de alguna forma en ese momento me pareció algo posesivo. Mire a Javier, su expresión era algo seria pero enseguida se relajo devolviéndole la sonrisa a Cristóbal.

- El gusto es mutuo. Una disculpa, no sabíamos que mis tíos llegarían directamente a la gran casa, pero le he dicho a mi padre que Roberta y tu podrían quedarse en mi casa.

-No -conteste lo más rápido que mi boca me permitió-. Lo que quiero decir es que no se preocupen, podemos quedarnos en algún hotel cerca de aquí.

La sola idea de regresar aquel lugar hacia que mi cuerpo se estremeciera, en aquella casa había pasado uno de los momentos más hermosos y desagradables de mi vida. Aun recuerdo estar en los brazos de Javier y en un instante siendo atacada por el pidiéndome que me alejara de su vista para siempre. Sus palabras aun calaban dentro de mi mente. << ¿Esperabas que después de esto me enamorara de ti y luego decidiera hacerte mi esposa igual que tu madre con mi padre? Eres igual a ella una prostituta caza fortunas>>.

En cuanto supo que Luisa era mi madre cambio totalmente conmigo, yo nunca le oculte quien era, le explique quien era yo, pero eso le hizo enfurecer aun mas.

Podía recordar las últimas palabras que él me dirigió << Has sacrificado tu virginidad en vano, mi padre podrá equivocarse pero yo no, no soy estúpido>>.

Enseguida la voz de Javier me regreso en sí.

-Hace unos años derribe la vieja casa y construí una mucho más grande, Casa Teresa, créeme existe espacio de sobra. Además dudo que puedan encontrar habitaciones libres, es temporada alta

-Eso es verdad- apunto Cristóbal-. Vamos estaremos más cómodos ahí y podrás descansar mejor.

No me quedaba más que aceptar la invitación, a parte ya no tenía dinero suficiente como para pagar una habitación de hotel, había gastado demasiado en los medicamentos de mi madre, mi alquiler y el boleto de avión hacia Monterrey.

-Entonces quedo resuelto -dijo Javier mirando su reloj.

En mi mente se dibujaba la pregunta de qué es lo que hubiera ocurrido si es que Cristóbal no llegaba para interrumpirnos. Estaba segura de que Javier iba a besarme pero también estaba segura de que no iba a permitírselo.

-Vamos a ver mi padre, los está esperado -añadió Javier-. La comida se servirá en el jardín trasero.

Javier nos indico el camino, nosotros comenzamos a caminar por el sendero que rodeaba la casa, podía sentir la mirada de Javier en mi espalda y también sentía como el vestido se pegaba a mi trasero y como mi entrepierna se humedecía.

-Este calor es infernal -añadí-. Estoy sudando.

Nos dirigíamos directo a una pérgola de madera cubierta por parras la cual nos cubriría del ardiente sol. En cuanto llegamos Marcelo se levanto para recibirnos.

-Bienvenida hija, hacia mucho que no venias a la gran casa -dijo dándome un cálido abrazo y un beso en la coronilla. Después se volvió hacia Cristóbal-. ¿Por qué han tardado tanto o es que estaban ocupados?

De mi vuelve a enamorarte (Completa ✔️) Where stories live. Discover now