Capitulo 8: Señorita Ingeniera

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La fiesta de inauguración se estaba llevando a cabo como se había planeado, todo parecía ir a la perfección.

El salón estaba perfectamente decorado, el mármol blanco que decoraba todo el salón brillaba en diversos colores gracias a las luces, la música era entretenida pero no ruidosa, se podía llevar a cabo una conversación sin ningún problema.

La arquitectura estilo clásica junto con las flores que caían de los balcones lo hacían ver como un verdadero palacio.

Pude recordar algunas de las fiestas que los padres de Abraham solían dar en su enorme mansión, en las cuales siempre iban como invitados, algunas personas del ámbito político, artistico y del deporte. Como también algunos "inversionistas" como el solía llamarlos jefes de algunos carteles conocidos en México y Latino América. En aquellas fiestas las cuales nunca fueron de mi agrado y a las cuales estaba obligada a ir siempre mi autoestima terminaba por los suelos, gracias a las críticas de mi entonces marido referente a mi vestido o mi maquillaje. Nunca estuve lo suficiente bonita para el y siempre me comparo con las mujeres de los demás invitados.

Esta ves el vestido que había comprado en una tienda de saldos cerca del centro de Miami había sido un acto de suerte, porque era hermoso, me sentía realmente hermosa. Era un vestido elegante y tal vez un poco llamativo por el color, pero no de la forma en que Javier había creído.

Lo mire. Con el esmoquin negro, su camisa de seda blanca y su corbata de moño muy bien colocada, hablaba con algunos invitados. Se desenvolvía demasiado bien, tan seguro de sí mismo. No pude evitar que un rayo de electricidad me atravesara por todo el cuerpo. Me estaba acostumbrando al efecto que ese hombre ejercía sobre mí, y fui incapaz de controlar el deseo que me invadió al recordar cómo, la noche anterior, su incipiente barba me había arañado los labios mientras me besaba la mandíbula para llegar hasta mi boca.

Era un maldito desvergonzado, cada día me sorprendía más. Aun me era difícil creer lo que había hecho antes de la fiesta. ¿Se había disculpado conmigo? Lo que mas me molestaba era el hecho de que no sabía lo que pretendía. Era tan estúpida por no poder odiarlo por más que quisiera hacerlo.

De la nada Javier miro hacia mi dirección, maldita sea se había dado cuenta de que lo estaba mirando. Enseguida pude ver como una sonrisa de satisfacción crecía en su rostro. Se acerco hasta mi junto con su acompañante.

-Roberta te presento al señor Park Jung Soo. Roberta es mi secretaria -dijo al hombre, en un perfecto inglés.

Tal vez este era el momento de sorprender un poco a mi jefe, pensé.

-Mucho gusto -murmure mientras le estrechaba la mano-. Tengo entendido que va a construir un edificio similar al God's Skyscraper en Seúl.

-Así es. Creo que un edificio como el que Nuevo Imperio ha construido aquí, en Miami, atraería mucho más inversiones y turismo al país. Sin embargo, hay un problema. El lugar donde espero construirlo es un terreno relativamente pequeño en el centro de una ajetreada ciudad, rodeado de otros edificios. La construcción debería llevarse a cabo en un corto periodo de tiempo para minimizar las molestias.

Asentí haciéndole saber a mi emisor que comprendía cada una de sus palabras.

Con mi fluido ingles fui capaz de proseguir con la charla.

-La situación era similar aquí. God's Skyscraper se halla situado entre otros edificios y era importante que se construyera con la mayor rapidez y seguridad posibles. Los ingenieros de Nuevo Imperio emplean un método que permite elevar los primeros treinta pisos de la estructura de hormigón antes de haber finalizado de excavar el sótano. De ese modo, la construcción y el coste se reducen significativamente.

De mi vuelve a enamorarte (Completa ✔️) Where stories live. Discover now