Sentidos

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     Retrocedió casi por inercia, colocando a duras penas una pata detrás de otra. No estaba realmente consciente de lo que estaba pasando, todo lo que sabía era que estaba, de una forma u otra, en peligro. Los cuatro pares de ojos la observaban de forma curiosa, esperando a que la esbelta perra chocara contra algún obstáculo para así lanzarse al ataque. Pelearían con garras y dientes, le desgarrarían la piel a más de uno con tal de tener el privilegio de aparearse con aquella hembra que se encontraba en la edad óptima para tener cachorros. A cada paso que daba, ellos avanzaban dos más. Rcorriendo el doble de distancia, acortando su paso y trayéndola poco a poco a la realidad. Kagome no podía seguir así, solo se estaba encerrando. Hubiera querido revisar cada mínimo rincón por el que pudiera caber su delgado cuerpo para así escapar, pero tenía que vigilar a los cuatro perros que se hallaban frente a ella. Tropezó ligeramente con un tacho de basura en el momento exacto en que el macho más robusto se estiró para olerla. Lo vio parar las orejas y mover la cola rápidamente mientras se erguía, automáticamente sus otros tres acompañantes lo imitaron. Intentaban captar su atención amistosamente, esperando que fuese la hembra quien se mostrase interesada en copular con alguno de ellos.

     El más pequeño y vivaz de todos dio un paso al frente intentando llegar a ella, sobrepasando el límite que el can de pelo negro como el carbón había impuesto… y eso fue todo lo que se necesitó para explotar con la tensión del momento. Comenzó con un sutil gruñido de advertencia, que fue seguido por otros más fuertes provenientes de los dos perros que los acompañaban. Al más joven parecía importarle muy poco lo que los otros tres fuesen a hacerle, avanzó un par de pasos en su dirección antes de ser detenido por uno de los oponentes que lo tomó bruscamente del cuello y lo colocó boca arriba mientras lo sacudía violentamente para intentar arrancarle un trozo de piel. La azabache no podía hacer más que agazaparse en una esquina, plegando las caderas al suelo, mientras movía sutilmente los labios en un intento por gruñirle al próximo que osara acercársele. Tenía miedo, no diría que no, el frío de la pasada tormenta le había enfriado los músculos y huesos, por más que hubiera comido hace relativamente poco de todas formas no tendría fuerzas suficientes como para resistirse a lo que estaba por pasar. Lucharía un poco, sí, podría ganarle al primero, con algo de suerte también vencería al segundo, pero no tenía una victoria garantizada contra los otros dos animales que, si bien no eran tan grandes como el primero, seguían siendo más robustos que ella.

—La naturaleza y su maldito favoritismo por hacer a los hombres más grandes que a las mujeres.

     Ver que esos animales se estaban desgarrando como bestias salvajes la llenaba de miedo, más que el miedo que le generaba estar en esa forma o el estar tan expuesta en la lluvia. Verlos atacarse sin reparo, con la única motivación del cuerpo femenino como recompensa, le recordaba que podría ocurrirle lo mismo si llegaba a negarse férreamente –justamente como pensaba hacerlo—. Uno de los últimos relámpagos de la tormenta surcó los cielos, obligándola a cerrar los ojos para soportar el dolor que le generaba escuchar ruidos tan fuertes y nítidos gracias a sus sensibles orejas. Podía seguir escuchando el sonido de los cuerpos de algunos chocarse contra los cestos de basura, otros pisaban fuertemente los charcos de agua mientras intentaban reincorporarse para devolver el ataque al macho que los atacaba, el olor de la sangre llegaba a sus fosas nasales. Más de uno estaría herido, con hocicos desgarrados, orejas abiertas que en un par de días no dejarían de supurar pus, algunos se irían cojeando para lamer sus heridas. Otros se quedarían para tomarla. El llanto de los perros al ser mordidos una y otra vez la hacía permanecer con los ojos cerrados. Dejó de sentir el frío que se colaba por su pelaje, llegando a la piel de su espalda y haciéndola tiritar. Un ligero calor comenzó a envolverla, casi sintió la necesidad de acurrucarse contra ese nuevo calor, casi. Alzó la vista, abriendo los ojos al fin, siendo consciente de que había un intruso en su espacio personal. El resto del mundo se detuvo, ya no importaba si el resto de los perros seguían o no peleando entre ellos, lo que importaba es que este había logrado hacerse un camino hasta encontrarla y buscaba reclamarla mientras el resto estaba distraído. Su tamaño era de temer, podría medir el doble que ella fácilmente. Seguramente el líder era el que se encontraba ante ella en esos momentos, pero ¿Realmente era tan grande? No parecía serlo hace unos momentos. Sin pensárselo mucho se lanzó contra el grueso cuello del macho, preparándose para pelear contra él de ser necesario. Sin embargo, se dio cuenta de un par de cosas en esos instantes.

Primero: Ese perro nunca intentó inmovilizarla o levantar sus caderas para prepararla para la futura penetración, por eso no lo había notado antes.

Segundo: Los ruidos de la pelea habían cesado, únicamente se distinguía un sonido en el aire. Un gruñido proveniente del macho sobre ella.

Y tercero: Aquel perro tenía unos inusuales ojos grises.

Continuará…

¡Sé que es súper corto! Dirán "Zio, esto puedo leerlo mientras estoy en el baño, ¿En serio nos hiciste esperar tanto solo por mil palabras?" Sí, la señora inspiración no llegaba, tampoco el tiempo o la motivación. Pero no se preocupen, subiré la siguiente parte este sábado (27/04/19) así que estén atentas ;) Este capítulo fue para narrar un poco mejor la perspectiva canina, poco a poco avanzaremos más en la historia :o La universidad me ahoga (no mentían las otras fickers, realmente esto te conduce al hiatus ;-;) y entre el quince y veintiuno de mayo tendré parciales, así que estará todo muy difícil. Mi objetivo para este mes es: Subir el capítulo seis, siete y (tal vez, con demasiada suerte) el capítulo ocho de esta historia, al mismo tiempo quisiera subir aunque sea un drabble en mi otra historia. En fin, ¡nos vemos! Espero que este capítulo les haya gustado, quiero leer sus reviews pronto ;) cuéntenme sus opiniones en ellos.

22.04.19

𝑈𝑛𝑎 𝑎𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑑𝑒... ¿𝑷𝒆𝒓𝒓𝒐𝒔?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora