Capítulo 4

178 21 6
                                    

La patrulla manejaba a una velocidad tranquila y constante, la sirena había sido apagada hacía un rato, no había necesidad de alarmar a los habitantes, ni mucho menos a los 6 jóvenes que se encontraban dentro del vehículo. Habían enfrentado al criminal, no necesitaban más sustos por el momento.



******



Una vez dentro de su hogar todos fueron a su habitación. A pesar de su preocupación, Matsuyo no insistió en que bajaran a cenar; conocía perfectamente a sus hijos y entendía que por ahora querrían su espacio para superar los acontecimientos del día. La culpa inundaba su pecho, de saber lo que aquel hombre provocaría en su familia...


Nunca lo hubiera aceptado en su hogar.


Tristemente el pasado no puede borrarse, solo queda seguir viviendo y afrontar las consecuencias. Desafortunadamente las consecuencias que debía afrontar es ver a sus hijos sufrir por la aparición de quién ya hacían fuera de sus vidas.

Pensaron encerrar el pasado pero, este les había alcanzado tan pronto lo habían olvidado, demostrando así el poder que Tougou tenía sobre todos.
Mentiría si dijera que no estaba asustada, claro que lo está pero no por ella o su esposo, después de todo ellos ya habían vivido su vida y estaban felices con lo que habían logrado; el temor recaía sobre sus "pequeños", eran unos ninis pero aún eran muy jóvenes, aún no habían experimentado lo que era vivir realmente.

No podía hacer nada más que nada más que rezar por un milagro, de verdad esperaba que ese hombre fuera encerrado y está vez para siempre.



******



Los días posteriores no hubo mucho cambio en la residencia Matsuno. Los padres salían a trabajar y hacer las compras; mientras que los sextillizos intentaban seguir con su vida  de ninis. Claro que la una diferencia es que Matsuyo siempre era acompañada por alguno de sus hijos, Matsuzo en cambio se iba al trabajo en compañía de un colega que vivía a un par de cuadras; los más jóvenes salían a dar una vuelta, pescaban o iban a apostar con la excepción de que salían todos juntos.

Los entrenamientos en la playa al atardecer se habían esfumado, las citas a ciegas y los conciertos ya tampoco existían, alimentar gatos en los callejones o coquetear en el puente hasta el anochecer tampoco eran una opción. Solo un par de veces acompañaban a Ichimatsu.

No podían negarlo, estaban asustados, preocupados y molestos, pero no tenían opción, no podían seguir con sus vidas como si nada pasara ya que habría riesgos de que uno de ellos encontrara con Tougou.


-"Esto no puede seguir así"-


Karamatsu observaba a sus hermanos viendo televisión, era el programa favorito de todos pues ocurrían cosas muy graciosas, pero él sabía que a pesar de que los demás se encontraban riendo, aún estaban tensos, sobretodo el de polerón rojo; para el ojiazul era obvio el ligero temblor que invadía el cuerpo de su hermano.

Conocía a Osomatsu perfectamente y sabía que era alguien fuerte, no sólo física sino mentalmente pero, para verse así de vulnerable era porque algo lo atormentaba y dudaba que fuera la presencia de Tougou en sus vidas, a menos que...


-"Sea eso"-


En cuanto ese pensamiento cruzó su mente la mirada rubí se desvío de la pantalla a su rostro, sus miradas se conectaron y sólo eso bastó para confirmar sus sospechas.



******



-Haa~ estoy cansado-


Al fin al sólo pudo dirigirle una sonrisa a su hermano para evitar más preocupaciones, pero no sabía cuánto más podrían mantener esa farsa.


-"Fui un tonto al actuar así..."-


-Buenas noches chicos-


-Buenas noches Osomatsu/niisan-


-"Si "él" llega a sospechar estaremos en problemas"-


Karamatsu observó a sus costados, Todomatsu y Osomatsu estaban tan cerca como sus cuerpos se los permitían, sólo pudo esbozar una pequeña sonrisa ante el recuerdo. Osomatsu había tenido pesadillas la noche del ataque por lo que cambió de lugar con Todomatsu para calmar a su hermano, quedando ahora en medio de ambos. Con lentitud comenzó a cerrar sus ojos cayendo en los brazos de Morfeo.


"-Nos vemos pronto, ******-"


Fue el último pensamiento que surcó su mente antes de dormir.
Ese recuerdo le atormentaba desde esa vez, pero lo que no sabía era que la verdadera tormenta estaba a punto de llegar y está arrastraría con todo a su paso.

HoneyWhere stories live. Discover now