Capítulo 8

171 23 17
                                    

-Haha no puedo creerlo-


Risas maliciosas retumbaban en aquellas frías paredes.


-Todo este tiempo... Y resulta que eres...-


La oscuridad envolvía el cuerpo que se retorcía ante la incesante risa.


-Hahaha, no me equivoqué... Esto es divertido-


Sus ojos brillaron dando un toque de locura a ese rostro tan peligroso que solo observaba a la nada, recordando los sucesos pasados.

"Es interesante... Muy interesante"


*Días antes*


Después de la sorpresa de aquel día, Tougou sabía que la familia Matsuno tomaría sus preocupaciones, y no sé equivocó. Los padres iban acompañados por lo que él deducía eran vecinos y compañeros de trabajo; si ambos no tenían compañía rara vez salían o lo hacían en compañía de dos Matsunos.

Fue ahí cuando empezó a sospechar.

No importa si salían con los padres o todos juntos, había uno que, aunque aparentaba estar tranquilo, siempre estaba alerta.

Por lo poco que había observado, al menos dos hermanos, sin contar a su presa; eran los que podía catalogar como impredecibles. Podían verse bastante débiles y torpes o al menos eso daban a entender por fuera y para alguien como Tougou no le costó ver a través de esa fachada, así como también supo que debía tener cuidado cuando diera marcha a su plan.

Los observó por varios días y la frustración comenzaba a inundar su ser; por más que lo intentaba no encontraba un momento para abordar a uno de los sextillizos, sobre todo a su objetivo.


-¡Maldición!-


Tendré que esperar un poco más...

Solo un poco más.


******


Si había algo que odiaba era que las cosas no salieran como lo quería. Los hermanos nunca estaban solos no importaban la razón ni las circunstancias. Incluso atendían la puerta principal entre todos.


-Mocosos exagerados-


Días, noches; soleado, con lluvia; entre semana o fin, felices o molestos; no importaba como, pero la familia se había adaptado rápidamente a su nueva rutina que ni las discusiones afectaban a esta. Y esto, molestaba al hombre de traje, cuestionándose porque no solo los olvidaba y seguía con su vida en otro lado, lejos de la cuidad, de la sociedad, lejos de "él". Pero sabía que, aunque lo intentara, los recuerdos volverían golpeándolo con fuerza, atravesando su ser como si de balas se tratara, haciéndole perder la cordura cada vez más.


-No puedo escapar de esto-


La desesperación en los ojos ónix era abrumadora; aquellos ojos cuyo reflejo solo expresaba ira, ansiedad y, aunque de forma casi impredecible... temor. Sin embargo, todo dio un giro de 180° tres días después de su última "visita".

¿Suerte o destino? No lo sabía y ciertamente no quería averiguarlo.

Ese día solo planeaba conseguir un poco de comida y dar un largo paseo para poder distraerse un poco. Jamás espero que se día su destino se sellaría por completo.

Lo vio, no pudo evitarlo, las sonoras risas llenas de vida le hicieron girar hacia la fuente de estas. Quedó perplejo ante lo que vio. Seis jóvenes veinteañeros, completamente iguales jugaban. ¿A qué? No podía decirlo con exactitud ya que saltaban, se escondían y golpeaban al más cercano con lo que, a lo que su vista parecía era una roca. Al menos eso pensó al ver que uno de los chicos no se levantó después de recibir el proyectil en la cabeza.


-"Vaya, lo mató"-


Poniendo un poco más de atención notó el uniforme de uno; solo pudo concluir que todos eran unos idiotas. Él no era conocedor experto, pero podía jurar que así no se jugaba el béisbol.

Después de unos minutos observando a los peculiares sextillizos llegó a su ente una frase "es mi oportunidad"; no había mucha gente y el cielo comenzaba poco a poco a teñirse de naranjas y purpuras.

Su oportunidad de oro estaba frente a él y con paso tranquilo comenzó a acercarse. Un metro, dos metros, tres metros, cada vez estaba más cerca; los hermanos estaban entretenidos en lo suyo y otros estaban inconscientes, nadie parecía notarlo, una sonrisa se iba formando en su rostro con cada paso que daba.

Estaba cerca, solo un poco más y lo tendría. Pero entonces...


-Lo tendré... ¿pero a quién?-


Entonces observó mejor el panorama.

Había seis chicos con el mismo rostro, uno llevaba un uniforme de color amarillo, pero los demás... No podía creerlo, no había colores, todos vestían jeans y playeras blancas.

Se detuvo abruptamente. Sus manos comenzaron a temblar, no podía distinguirlos; a excepción del hiperactivo chico de vestimenta ámbar. Retrocedió en completo silencio, ocultándose con un único pensamiento, "Si los observo un poco, podré identificarlos".

Al final anocheció y los hermanos volvieron a su hogar, mientras tanto desde las sombras unos ojos brillaban con locura. Fue difícil pero ahora podía distinguirlos.

Jamás espero conocer la verdad gracias a eso.


-Hahaha ya veo, nunca pensé que haría algo como eso-


En su mente viajaban los recuerdos del pasado y el presente, chocaban y se mezclaban. Al final lo había descubierto. Y ahora estaba más motivado.


-Nos vemos en 6 días ...matsu-


******


Hola gente bonita, que lee mis ocurrencias.
Antes que nada les quiero pedir una disculpa por haberme tardado con la continuación, les juro que no fue a posta :'v

Estaba en finales de mi semestre en la universidad, tenía muchas cosas que hacer y solo me dieron semana y media de vacaciones, so... Igual y no necesito dar excusas pero siento que les debía una explicación.
Bueno, desgraciadamente el lunes vuelvo a clases pero trataré de seguir con las actualizaciones semanales.

Espero que esté capítulo haya sido de su agrado.
Gracias por su paciencia y apoyo.
Nos leemos en el siguiente cap •3•

HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora