Capítulo 5

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-Jaja espérame...-


-Jaja date prisa...-


Las risas resonaban a la lejanía, dando un toque de vida y juventud al singular par que corría felizmente por una colina, un lugar secreto solo para ellos.


-Haa... Que malo eres, ¿Porqué no me esperaste?-


-Eres muy lento. Además te guardé el mejor asiento-


-Tonto-


-Si, si. Anda ven, ya casi es hora-


Ambas siluetas reposaban cómodamente a la sombra de un árbol en la cima de aquella colina, admirando la vista que está ofrecía.
Entre pláticas, risas y susurros vieron como poco a poco el cielo dejaba atrás ese brillante azul para irse tiñiendo de naranjas, rosas y violetas.
Su hora favorita había llegado. El sol comenzaba a descender alumbrando con sus últimos rayos el pacífico pueblo donde residían.


-De verdad es hermoso-


-Si, lo es-


Cuando el cielo había oscurecido se miraron y con una sonrisa juguetona empezaron a correr a su hogar.


-El último en llegar recibirá el castigo-


Tras esas palabras ambos comenzaron a correr a mayor velocidad, sin duda se divertían.


Eran buenos tiempos.


******


-Odio que seamos sextillizos-


-¿E... Eh? ¿Porqué? Acaso... ¿Nos odias?-


-¿Qué?-


-¿Me...odias?-


-¡¿Que?! ¡No! No lo decía por eso-


Las cristalinas lágrimas salían sin control de sus ojos , no podía evitarlo, pensar en ser odiado por la persona que más quiere y respeta le hacía doler el corazón.


-Vamos *****, no llores. Yo nunca podría odiarlos. Jamás te odiaría-


-¿De... De verdad?-


-Así es. Yo los amo-


Daría mi vida por ustedes.
Jamás dejaría que algo les pasara.



******


Nuevamente bajo aquel árbol aquellas siluetas estaban descansando después de un duro día escolar.


-Sabes... A mí me gusta que seamos sextillizos-


-¿Eh?-


-Porque estar con todos es divertido, nunca estamos solos. Si sólo hubiera nacido uno sería muy solitario y triste; pienso que la vida sería gris, pero... Con ustedes en mi vida veo todo lleno de colores brillantes, gracias a ustedes es que siento que vivir vale la pena-


El chico a su lado estaba en shock, su corazón latía con frenesí gracias a las sinceras palabras.

Yo siempre pensé que ser iguales era una molestia, pero gracias a ti dejé de vernos como copia y empecé a verlos como seres independientes, empecé a verlos como lo que eran... Mis hermanos.



HoneyWhere stories live. Discover now