El amor es tan hermoso.

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Las cosas mejoraban con el pasar de los días.

Yangyang y Kun empezaron a salir más formalmente, ya no eran simplemente amigos pero todavía no llegaban a ser más que eso, simplemente estaban en un punto medio de exploración mutua para poder dar el siguiente paso; sus citas iban desde visitar algún restaurante que encontraban en las recomendaciones de internet, hasta salir al autocine por lo menos una vez a la semana, era entonces cuando Yangyang se quedaba en el apartamento de Kun con la excusa de que "ya era muy tarde para regresar a su casa", y aunque Kun se ofrecía a llevarlo en su auto, el chico se negaba diciendo que era muy peligroso salir tan tarde. Entonces lograría dormir en la cama de Kun, con este arrullándolo y abrazándolo hasta que ambos se quedaran dormidos.

Cuando ninguno de los dos tenía tiempo suficiente para realizar sus salidas cotidianas, Kun le prepararía el almuerzo y lo esperaría a que terminara su horario académico para pasar por lo menos una hora juntos y liberarse del estrés de las clases y demás responsabilidades uno en compañía del otro.

Estos pequeños encuentros se habían vuelto una costumbre desde que tuvieron su primera cita oficial hace un par de meses, y aún se estaban tomando las cosas con calma...

Yangyang no se quejaría, aunque sí se preguntaba seriamente cuándo sería el día que formalizarían y le pondrían título a su relación, o por lo menos, cuándo sería el día en que se besarían por primera vez, ya que después de dos meses, lo máximo a que llegaban eran besos en la mejilla o en la frente, Kun incluso había cumplido con darle pequeñas mordidas en los cachetes en forma cariñosa y le gustaba. Pero quería saber qué se sentía, de una vez por todas, besar a Kun. Tampoco era que Yangyang no intentara dar el primer paso, pero estaba tan salado que la vida no le dejaría saborear los labios del mayor y siempre les interrumpía de las formas más absurdas existentes. ¿Acaso tenía que hacer un sacrificio para que el universo le permitiera besar a su futuro novio? Por otro lado, Kun nunca mostró indicios de querer dar el primer paso y decidirse a besar a Yangyang.

En una de todas esas citas, después de aproximadamente tres meses de estar saliendo, fueron a pasear antes de que Kun timara su vuelo hacia China; era una de esas citas casuales donde comían un helado y hablaban de los planes de Kun con su familia en China, cuando salieron de la boca del susodicho palabras que Yangyang ni imaginó.

—Te quiero. — le dijo mientras lo miraba sus unos ojos llenos de ternura.

Yangyang estaba tan sorprendido que ni siquiera respondió, pero Kun no esperaba una respuesta, solo quería hacerle saber lo que sentía por él. Entonces, desde el parque hasta el aeropuerto, siguieron hablando de cosas al azar, con Kun tomándolo de la mano.

El menor había acompañado Kun a comprar su pasaje de avión, pero ahora que había llegado el día de su partida, no pudo evitar sentirse ligeramente triste. Kun se iría por un mes, y claro, Yangyang entendía que éste llevaba tiempo sin visitar a su familia y aunque el menor ya hubiera planeado esas vacaciones con mucha ilusión, actuó lo más maduro posible... podían hablar por video llamada después de todo, así que no había probabilidad alguna de "cortar" la comunicación.

Kun lo conocía bien, y notaba que su chico estaba decaído, entonces, cuando llegó el momento de separarse en el aeropuerto, este lo envolvió en sus brazos y le susurró lo mucho que lo quería una y otra vez. En ese momento, la única respuesta que tuvo el menor, fue abrazarlo con la misma intensidad, no dijo nada, no fue necesario, porque sentían sus almas tan conectadas que no fue necesario hablar para hacerle saber al mayor que Yangyang también lo quería. Lo quería mucho, sin embargo sería un mes largo sin él a su lado.

Pasos para superar a un Kun, por Liu Yangyang. [KunYang]Onde histórias criam vida. Descubra agora