002.

199K 19.8K 43.7K
                                    

La sirena resonó fuertemente a las siete de la mañana por toda la prisión, logrando despertar a los reclusos quienes la gran mayoría ya estaban acostumbrados a levantarse a esa hora.

Pero Jungkook no. Y por eso le sorprendió mucho cuando fue despertado por un fuerte almohadazo en la cara.

—¡Hey! —se quejó, limpiando sus ojos para poder distinguir a la persona al frente suyo.

—Levántate, pijo —espetó Jimin tirándole la almohada.

Jungkook frunció el ceño, algo confundido pero captando poco a poco lo que estaba sucediendo. Mierda, no fue un sueño. Realmente estaba en la cárcel ahora y todas sus acciones iban a estar fríamente monitoreadas como controladas.

Se levanta de la cama, estirando su cuerpo y revolviendo su cabello negro. Justamente las puertas de la celda son abiertas y entra un funcionario para verificar que estuviesen todos los reclusos presentes.

Inmediatamente lo reconoció, era el mismo de ayer.

—Recuento correcto, pueden ir a las duchas —ordenó el hombre.

—Sí, señor —respondió Jimin dedicándole una sonrisa pícara.

—Jimin, no voy a cambiar al nuevo de celda. Ya basta, por favor —pidió con pesadez en su voz para seguidamente salir de allí.

El pelirosa bufó, recogiendo su bolsa con los artículos de higiene.

—¿Por qué hacen eso? —preguntó Jungkook, extrañado.

—¿Hacer qué?

—Revisar si estamos aquí, digo, ¿en dónde más estaríamos?

Park se encogió de hombros, pasando una mano por su cabello rosa.

—Bueno, podemos salir de nuestras celdas en la noche y nunca se sabe si alguien se escapó o lo mataron en algún lugar de la prisión. O peor, que no amanezca vivo en su propia celda porque se suicidó.

—Ya entendí —avisó Jeon, sintiéndose abrumado ante esa información.

—Considéralo como una amenaza.

—¿Amenaza? ¿Por qué? —le miró asustado.

Jimin sonrió con insuficiencia, acercándose al pelinegro.

—No lo sé. Puede que algún día de estos aparezcas muerto porque te "suicidaste". ¿Entiendes a lo que voy?

Jungkook tragó saliva, sosteniendo la mirada.

—Lo tengo claro. No me meteré contigo. ¿Ya?

El pelirosa soltó una pequeña risa, negando con la cabeza.

—Oh, querido —inmediatamente colocó una mano en el hombro del pelinegro, haciendo presión con fuerza y mirándole de forma intimidante— Te metiste conmigo desde el primer momento en que pisaste un pie en esta celda.

Se miraron con intensidad por unos segundos hasta que Jimin le soltó y salió sin decir más de la celda. En ese momento, Jungkook sintió que podía respirar en paz. Genial. Si no pudo dormir el primer día, menos lo haría ahora sabiendo que su compañero de celda quería matarlo. ¡Excelente!

Prosiguió a tomar el kit de aseo personal que le entregaron al ingresar, el cual contenía un jabón líquido, shampoo, pasta y cepillo de dientes. Se dirigió a las duchas, guiándose por los demás presos porque de ser así no tenía ni puta idea de donde se encontraban. Al entrar no pudo evitar apartar la mirada, pues jamás había visto tantos hombres desnudos en su vida. Estaban por todos lados, algunos con una toalla cubriendo su cintura, otros conversando entre sí mientras se secaban y vestían. Hasta habían algunos besándose como si nada, parecían a punto de follar.

Presos Deseos ✗ kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora