Bringing along a ball and hiding from foreign devils

Capitulo 37: Interrupción (2)

"Leonid! ¡Leonid! Natasha corrió a toda prisa detrás de Leonid, gritándole al hombre que caminaba demasiado rápido al frente, "¡Alto!"

Leonid avanzó con una cara hosca sin detenerse.

Estaba muy enojado ahora, justo cuando pensaba que en este período de tiempo su relación con Ren Zhouyuan se estaba acercando, podía percibir que la actitud del hombre se suavizaba. Aunque Leonid sabía que no era considerable hacer algo así, solo deseaba escuchar a Ren Zhouyuan decir que se preocupaba por él, incluso si era solo un poco.

Pero resultó que Leonid solo cometió el error. Irónicamente, incluso si se enamorara de Natasha, Ren Zhouyuan solo sonreiría y los bendeciría, y luego se llevaría a An-An de nuevo.

Una vez que pensó eso, Leonid quería atrapar al hombre y regañarlo, hacerle saber que no podía renunciar a su amante tan fácilmente.

Leonid caminó rápidamente por el parque de diversiones, independientemente de si Natasha podía seguir el ritmo o no. Cuando regresaron al lugar original, se volvió hacia Natasha, que jadeaba por el esfuerzo, y le dijo: “Te he llevado a Disneyland, ahora descansa. Le pediré a alguien que te envíe de regreso mañana.

"¡No puedes hacer eso!" Natasha gritó.

Leonid levantó las cejas y luego, con una sonrisa falsa, dijo: "¿Quién dice lo que no puedo hacer?" Miró a Natasha con frialdad y continuó: "Quien sea que te haya enviado aquí, debes volver allí".

Natasha se sintió nerviosa pero aun así dijo: "N-nadie, de qué estás hablando, pasa que simplemente estaba por aquí". Intentando congraciarse con Leonid, continuó: “Como puedes ver, no importa cuán lejos estemos, aún nos unimos. Esto demuestra que estamos destinados".

Leonid dijo sarcásticamente: “Sí, no sabes dónde estoy, pero aún así me llamas para pedir ayuda. El destino es una cosa mágica, ¿no?"

Natasha se atragantó y no se atrevió a mirarlo. Leonid tampoco tenía tiempo para ella. No importaba quién le dijera a Natasha dónde estaba porque ya tenía algunas conjeturas en su mente.

Ren Zhouyuan y An-An regresaron a casa. Después de bañarse, se acostaron en la cama, pero todavía no vieron al dueño de la otra cama regresar. An-An abrazó a Ren Zhouyuan y le preguntó: "Papá, ¿volverá el tío esta noche?"

Ren Zhouyuan le tocó la cabeza, pensó que solo Dios sabría si volvería o no, besó a An-An y dijo: "El tío está ocupado, cuando despiertes lo verás".

"Oh", An-An respondió infelizmente. Podía sentir que Ren Zhouyuan estaba deprimido. Por la tarde, Ren Zhouyuan estaba obviamente feliz, pero desde que vino la hermosa tía, ni él ni su tío estaban felices, haciendo que An-An se sintiera infeliz también.

An-An se acercó a Ren Zhouyuan, hablando con entusiasmo sobre las muchas cosas interesantes que sucedieron hoy en el parque de diversiones. Cuando también habló sobre los momentos divertidos que Leonid hizo, Ren Zhouyuan sabía que su hijo estaba tratando de hacerlo feliz. Al ver a An-An hablar con sus manos y pies con una expresión vívida, Ren Zhouyuan se sintió extremadamente cálido. Eventualmente volviéndose más feliz, ya no se sentía tan mal.

Después de acostar a An-An, Ren Zhouyuan se levantó para hacer las maletas. Dos horas después, cuando presionó el control remoto del televisor en la pequeña sala de estar fuera de su suite, Leonid finalmente regresó.

Los dos hombres se miraron. Ren Zhouyuan solo estaba pensando en lo que debería decir cuando Leonid rompió el hielo primero: “¿Todavía no te has dormido? ¿Dónde está An-An?

Ren Zhouyuan dijo: "Está durmiendo". Dudando por un momento, luego preguntó: "¿Dónde está Natasha?"

Leonid respondió: "Está de regreso en su habitación descansando".