Capítulo 8.

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Mi rutina no cambio, la diferencia es que ahora entiendo un poco de todo lo que está pasando aquí

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Mi rutina no cambio, la diferencia es que ahora entiendo un poco de todo lo que está pasando aquí. Esta vez procuro poner bien mi alarma para llegar a tiempo.

Cuando llego a SCC a quien encuentro es a Bass y Gun quienes se sorprenden al verme.

—¿Qué haces tú aquí? —pregunta extrañado

Que se supone que conteste, aquí trabajo. ¿Por qué está sorprendido?

—¿Acaso no tendrías que estar con Bright? —Pregunta

—¿Si?, no lo sé —respondo nervioso

—Win, tienes que saber llevarle el ritmo. —me advierte Bass.

—Es que no se o sea no me dijo nada. —tartamudeo

—Deja de estar aquí tartamudeando ve a buscarlo.

Al terminar Bass de hablar lo primero que hago es correr al elevador para poder llegar a recepción.

Al llegar a recepción principal me acerco para pregunta por Bright.

—Disculpa ¿Has visto a Bright? —le pregunto a una simpática chica quien sonriendo me da una bolsita negra

—Toma, me pidió que te lo diera,  —me dice la linda chica. —pero... —no la dejo terminar por qué me hecho a correr —Lee la nota —grita y esta vez me detengo y regreso.

—En ese lugar me dijo que te vería, puede que aún lo encuentres en el estacionamiento.

—Muchas gracias linda —exclamó y otra vez vuelvo a correr.

Salgo corriendo a la parada de autobús para poder tomarlo y llegar a tiempo, aún no quiero ser despedido.

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Al llegar al estacionamiento me encuentro con mínimo unos 25 autos, demonio. No pregunte que auto tiene. Empiezo a caminar despacio viendo todos los autos pero no lo encuentro.

¡Por favor dios que no se haya ido aún!

Y cuando llego a la conclusión de que aquí no está decido dirigirme a la parada.

Cuando voy caminando escucho el chirrido de un auto. Me giro para ver de dónde viene ese ruido. Sin embargo a tiempo me echo a un lado y con miedo veo un auto blanco y desde la ventana su dueño me grita.

—Fijate.

Estoy de mal humor y luego esto.

—El que no se fija eres tú imbecil—grito.

Camino y me siento en una banquita a esperar el autobús pero pronto un Mercedes negro sumamente genial se detiene ante mí, no se quien es hasta que la ventana es bajada.

—Sube niño —dice con una sonrisa en la cara.

Me levanto y me sacudo, cuando entro acomodo mi mochila y la bolsita negra que la chica de recepción me dio, pero un post-it rosita llama mi atención.
Lo saco y con una muy linda caligrafía se lee:

The Assistent. ||BrightWin.||Où les histoires vivent. Découvrez maintenant