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Marco ajustó la corbata de su camisa frente al espejo.

Soltó un bufido cuando miró la hora en en su reloj de mano. Dentro de dos horas tendría una reunion con la orden, era la  primera a la que iba despues de la muerte de Belle.

De sólo imaginar el hecho de que tendría que cruzarse de nuevo con su suegro se le revolvía el estómago.

- Las camionetas están listas mi señor - articulo Basilio mientras entraba en la habitación.

- Dile a Grace que mantenga su móvil encendido toda la noche, llamaré para saber de Lucca.

- Como ordene - respondió el jefe de seguridad.

Ambos abandonaron la habitación rumbo a las escaleras, Marco cruzó la vista con Grace cuando ella salía de la cocina.

- Le he dado las indicaciones a seguir a Basilio, siguelas al pie de la letra - respondió su jefe mientras se acercaba a  la salida de la mansión.

Grace se quedó con la vista puesta en Basilio, al parecer esta sería una de las tantas noches largas que debía pasar con el bebé.

- ¿Todo bien Basilio? - le pregunto al sicario.

- Limitate a hacer tu trabajo sin hacer tantas preguntas, es necesario que tengas el movil encendido por si Don Marco lo ve necesario.

Basilio abandonó el lugar siguiendo a su jefe.

- Pero que humor el de estos hombres - rodó los ojos la nodriza-. Por suerte el único que no se queja es Lucca - dijo mientras avanzaba a la habitación del bebé.

***

Basilio condujo hasta la sede de la asociación mientras Marco giraba la argolla de matrimonio en su dedo.

- ¿Todo bien mi señor?

- Si - susurro él dejando de mover el anillo.

Ese día era su aniversario de bodas, jamás creyó que ella no estaría junto a él para una fecha tan importante como esta.

La camioneta los condujo cerca de una hora por la carretera hasta que llegó al edificio.

Marco fue el primero en bajar de la camioneta, y se hizo a un lado cuando vio uno de los autos de Niccolo estacionado a un costado.

- Con que la rata ya ha llegado - murmuro por lo bajo.

- ¿Deberíamos entrar ya? - pregunto Basilio y él negó con la cabeza.

- Quiero unos minutos solo - dijo Marco mientras se alejaba de allí.

El mafioso dio algunos pasos hasta llegar a un mirador que había en el lugar.

Sacó de su camisa un cigarrilo y lo encendio.

Lo habia dejado por ella, pero ya no había ninguna razón para no fumar.

- No dejaré que Niccolo me quite a mi hijo, lo juro Belle. Sé que tú querrías lo mismo - susurro mientras escupia el humo del cigarrillo.

Después se devolvió a donde se encontraba su jefe de seguridad palmeo su hombro y entraron.

Todos los miembros de la orden influyendo a su suegro estaban sentados sobre las sillas y acomodados en una mesa redonda.

- Don Marco - exclamó Leandro el lider de la orden al verlo.

- Buenas noches señores - articulo Marco tomando su asiento correspondiente en la mesa.

- ¿Que quiere beber para esta noche Don Marco? - pregunto el lider.

Perfecta Oscuridad  (No.2 de la Trilogia Peligroso)Where stories live. Discover now