Fate: Hora Del Martillo

Capítulo 6: descubrimientos sorprendentes

Descubrimientos sorprendentes

Cuando el reloj dio las seis, se despertó.

Fue precisamente en el punto, ni un segundo después. Ella no se permitió aflojar en algo como esto y tampoco lo hizo su abuelo. Siempre quiso que ella obedeciera reglas aparentemente tontas como esta, principalmente como juegos de poder para su propia diversión. Parecía disfrutar recordando su situación en todo momento, y descubrió que hacer tales reglas era una forma efectiva de hacerlo.

Ella obedecía las reglas y jugaba todo el tiempo, por supuesto, tomando todo lo que él ofrecía como una buena pequeña Magus. Fue más fácil de esa manera, más seguro para todos. El pozo había roto cualquier resistencia abierta en ella hace mucho tiempo. Obedecer a su abuelo se fue automáticamente ahora, desobedeciendo no algo que ella jamás consideraría seriamente. Su abuelo siempre estaba dispuesto a castigarla por cada paso en falso o leve, real o imaginado.

Todavía podía recordar que el tío Kariya era ...

Así que tuvo que levantarse en horarios siempre cambiantes prácticamente sin ninguna razón, con su abuelo sin duda esperando que se equivocara en algún lugar a lo largo de la línea. Levantarse temprano podría no parecer una tarea difícil, pero para Sakura, lo era. Ella vivía en la oscuridad perpetua Matou-raíces, después de todo, no hay forma de saber la hora excepto por el pequeño reloj de bolsillo que había recibido de él . Se lo había dado a ella, así, con una de sus brillantes sonrisas, cuando ella le dijo un día que no tenía forma de decir la hora.

Ella había estado extasiada con eso, tanto porque le permitía determinar qué hora era, haciendo que las reglas y tareas de su abuelo fueran más fáciles de seguir, y porque era un regalo de él. Él mismo se lo había dado, después de haberlo comprado, por ella .

Le había prometido a él y a ella misma asegurarse de atesorarlo por el resto de su vida. Incluso si se rompía después de demasiado uso, ella lo conservaría. Serviría para siempre como un recordatorio de su amabilidad.

Despertar a tiempo ya no era tan difícil. Sin embargo, esta mañana fue más difícil de lo normal, ya que había estado "entrenando" con su abuelo hasta las primeras horas de este día. Había sido tan horrible como siempre, con Sakura manteniendo un control firme de sus emociones, sin emitir ningún sonido y sin dar señales de incomodidad, a pesar de que la incomodidad era increíblemente alta. Había aprendido a apagarse después de unos meses de soportar esta tortura, al darse cuenta de que protestar, mendigar o reaccionar de otra manera no tenía ningún uso.

El único cambio de la rutina de la noche anterior había sido Zouken de repente, nerviosa, hablando sobre el clima de todas las cosas.

Ella se había preguntado distraídamente sobre eso durante su entrenamiento, durante unos segundos. Luego se había cerrado nuevamente, hundiéndose en la nada.

Simplemente había dejado de sentir algo en el pozo, ya sea asco, dolor, desesperanza o cualquier otra cosa. Era algo que luego se había extendido a su vida normal también, lo que se hizo especialmente fácil por el hecho de que no tenía a nadie que realmente se preocupara por ella, nadie que la sacara de esa espiral descendente. Sakura finalmente no tuvo casi ninguna razón para seguir viviendo. Y ella todavía no tenía casi nada por lo que vivir.

Excepto por él.

' Senpai'. Pensó, una sonrisa casi llegando a su rostro, antes de recordar dónde estaba y quién podría estar mirándola en ese mismo momento. Aun así, el aleteo de su corazón no podía ser reprimido, ni ella quería que lo fuera. Es curioso, lo que un simple pensamiento podría hacerle. Siempre lograba levantarle el ánimo, incluso cuando en realidad no estaba presente.