↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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Un fuerte sonido inundó la habitación de Naruto, se trataba de su puerta siendo abierta con violencia, de esta emergió Sasuke, quién llevaba una bolsa de McDonald's y una bandeja con sodas.

-Usuratonkachi- le llamó a su novio- ¿Por qué no me esperaste para irnos juntos? Estuve diez minutos como idiota esperando a ver dónde estabas, hasta que Kiba me dijo que ya te habías ido.

El rubio le miró con ojos tristes, pero con una expresión normal. De no ser porque conocía de pies a cabeza al chico, lo habría dejado pasar. Kiba también le había mencionado que toda la clase había estado distraído y ausente, lo que le llevó a pasar por unas hamburguesas y llevarselas, debido a que Ichiraku estaba cerrado por un tiempo ya que el dueño estaba de vacaciones.

-Lo siento- murmuró y le sonrió.

"Falsa" así fué la primera impresión que el Uchiha tuvo sobre esa sonrisa. Para alguien perteneciente a los Namikaze, era de esperarse que fuera tan fácil de leer. Naruto era tan optimista, que aún intentando hacer su mejor papel, podría ocultar su ánimo.

-Te voy a golpear si sigues sonriendo así- amenazó- y me dirás qué demonios te pasa.

-No es nada...

-No te creo.

Ante lo dicho, el de ojos celestes suspiró. No valía la pena esforzarse, pues Sasuke ya estaba más que enterado de su humor aparentemente.

-Es solo...que me preocupa Deidara- dijo bajito.

-Mi hermano es mucho mejor que Sasori- alcanzó a decir Sasuke- mejor en todo.

Naruto entonces le lanzó una almohada, molesto por la interrupción.

-¡No es por eso, teme! - gritó- es por Deidara justamente, él no ha superado a Sasori-senpai.

-¿Cómo estás tan seguro?

-¡Por que lo conozco!

Los ojos negros de Sasuke se fijaron en el azul de los suyos, con gran intensidad. Lo miraba como si fuera lo único en el planeta, como si nada más que él importara y eso es lo que más amaba de él.

-Conserva la muñeca que le hizo y...no quiero culpar de nada a tu hermano pero, Dei cambió.

-Vaya, es más maduro. Al menos dejó de golpearte cada que respiras.

-¡A eso me refiero!- se quejó- Deidara no es así. Puede que sea molesto, berrinchudo e inmaduro, pero esa era su escencia. Antes si quiera me miraba para gritarme, pero ahora... realmente siento como si no fuera nada para él.

-Quizá estaba harto de que lo molestes todo el tiempo, desde que te dejó de hablar parece más tranquilo.

Inmediatamente se arrepintió de haber dicho eso. Los ojos del más bajo se llenaron de lágrimas y su boca armó un tierno puchero. Comenzó a hacer soniditos de tristeza y a sollozar como si de un pequeño gatito se tratase. Y es que su novio podía llegar a ser así de tierno cuando muchas emociones se le juntaban. Debió pensar en lo importante que era Deidara en la vida de su novio, porque solo alguien tan cercano podía lograr esa reacción.

-¿Tú crees que ya no me quiera?- inquirió Naruto.

Sasuke se mordió el labio, sabiendo que no había actuado de la mejor forma y no pensó lo que tenía que decir. Se lamentó incluso no haber podido llevar ramen y ser tan insensible cuando la situación requería lo contrario. En pasos lentos, se acercó y acarició la rubia cabellera que tanto amaba, pasando por la piel bronceada y los rosados labios del Uzumaki. Le regaló un pequeño beso y una media sonrisa a penas perceptible.

-Es imposible que alguien en este mundo no te quiera, Naruto.

De forma casi inmediata, el nombrado se lanzó a sollozar en sus brazos. Incluso si no fuera cierto y todos a su al rededor lo odiaran, solo necesitaba a una persona junto a él. A quién amar y por quién vivir.

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