↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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—Te amo...

Deidara recordaba bien las palabras dichas por Sasori, cuando llevaban al rededor de cuatro meses saliendo.

Sorpresivamente el pelirrojo fué el primero en decirlo, haciendo al rubio sonrojarse hasta las orejas y adquirir el mismo color que el cabello de su novio pero en la cara.

—¡D-danna!— exclamó confundido— ¡¿P-por q-qué lo dice tan repentinamente?!

No es que no quisiera decir lo mismo, pero estaba tan conmocionado que tartamudeo las preguntas que salieron de su mente.

El contrario le respondió con un repentino beso en los labios y después de eso, no volvió a tocar el tema. Así, como si nada hubiera pasado. El pobre rubio estuvo una semana entera sintiéndose avergonzado con aquello, tan solo aquel destello de dulzura del mayor le hizo perder la cordura e incluso distraerlo de sus clases. Tan solo ese instante en el que por millonesimas fracciones de segundo, aquel chico le había dicho lo que sentía por él.

Pero después de aquella semana, Sasori comenzó a ser más lejano cada vez, fue una etapa de su relación corta pero muy conflictiva, quizá un poco más que el final. Deidara entonces comenzó a pensar que tal vez el chico lo dejaría, que aquel "te amo" solo era un premio de consuelo y que al final no había nada que hacer por ellos.

Estaba nervioso y las pocas veces en las dos semanas de infierno de indiferencia, cada que estaban juntos no podía evitar sentir ganas de llorar y su respiración entrecortada después de preguntar un suave "¿Estás enojado?" y ser respondido con un simple "¿Tú qué crees?.

Lo peor es que Sasori no le decía el por qué de su enojo, era como un castigo, como si estuviera esperando a que Dei se lo recordara e intentara de mil maneras solucionarlo, y quizá sería así de no ser que Deidara no tenía idea de lo que había hecho.

Fue entonces que como bebé, terminó en los brazos de su madre, pidiéndole ayuda porque él no sabía lo que había causado, no tenía idea de que tan mal debió actuar para que Sasori le restregara tan en la cara algo así.

—¿Qué le hice okaasan?

—No lo sé, por lo que entiendo tu novio es un poco sentido...

—¡Es un estúpido!— se quejó cruzando los brazos, sorprendiendo a Kushina— primero me dice que me ama, luego me ignora como si me fuera a terminar, y luego resulta que la culpa es mía porque le hice algo de lo que ni siquiera me acuerdo ¡Genial, ahora soy yo quien lo tiene que arreglar!

La mujer se quedó un momento pensando, como si hubiese encontrado algo, aunque su hijo estaba tan molesto que ni siquiera lo notó mientras refunfuñaba.

—¿Te confesó que te amaba?

El chico se sonrojó de nuevo, tan solo recordarlo le ponía los bellos de punta y su corazón revoloteaba.

—¡Si! Y después de eso ahora me trata como si le hubiera hecho algo malo.

—Creo que sé lo que pasa.

La mujer entonces dió un golpecito en la cama indicándole a Dei que debía sentarse. Este lo hizo sin pensarlo mientras Kushina tomaba su peine y comenzaba a pasarlo suavemente por la larga cabellera dorada de su hijo. Siempre lo hacía, en momentos como esos dónde aconsejaba al menor o simplemente cuando quería pasar tiempo con él. Era algo tan íntimo de ellos, que sí alguien los interrumpía no podrían retomarlo si no estaban solos. Era algo de ellos dos.

—Creo que Sasori-kun es más infantil de lo que pensé— aseguró la Uzumaki— parece ser un chico serio y reservado, pero también le preocupa lo que sientan los demás.

—¿Estamos hablando del mismo Sasori?

Ella rió.

—Del mismo— dijo besando rápidamente la mejilla del rubio para continuar con el trabajo en su cabello— es alguien que se preocupa por como lo ven los demás, pero no lo demuestra, es por eso que estoy segura que no le devolviste el te amo, y por eso está molesto. Quizá se sintió rechazado.

—¡¿Rechazado?! Pero si el sabe que yo...

—Calmate cariño, quizá solo está esperando que se lo digas. Él es muy perceptivo, algo como eso no lo iba a pasar por alto. Quizá se siente tonto por ser el primero en decirlo, me cae muy bien y todo, pero hasta yo puedo notar que Sasori-kun tiene un ego enorme.

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