Capítulo 12

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Otra opción

Luego de aquel ajetreado día en el que los chicos habían arreglado sus diferencias, las pistas de una verdadera amistad se fueron apareciendo.

Eran tímidas al inicio, casi imperceptibles. Constaban apenas de pequeñas acciones. Poco a poco, fueron creciendo, como brotes en primavera. Brotes de raíces delgadas pero insistentes, que parecieron afianzarse deliberadamente en Zoe y Kayn, sin que ellos se dieran cuenta siquiera.

Pronto, comenzaron a pasar más tiempo juntos. La paciencia mutua parecía haber mejorado y los roces del pasado ya no se sentían con tal persistencia. De parte de Kayn, era donde había sucedido un mayor cambio.

No sabía si había sido la resignación o la costumbre, lo único que sabía era que se había vuelto más tolerante ante la continua presencia de la chica.

Y era que la convivencia con ella se volvía mil veces más cómoda considerando que era capaz de mantenerlo entretenido y, de paso, ahuyentaba a Rhaast. Con la niña presente, el insidioso pelirrojo ni siquiera se molestaba en aparecerse y eso, para Kayn, simbolizaba la gloria.
Todo eso, por no mencionar que de repente la soledad ya no se le antojaba tan cómoda.

Así pues, tal como el pasar del tiempo había conseguido que Piltóver se librara de los días fríos del invierno, también había logrado desahuciar el que se alojaba en el comportamiento de ambos.

Una nueva temporada estaba comenzando. Para el mundo y para ellos.

Zoe se removió incómoda entre la multitud de personas que había en medio del campus de la Academia de Leyendas. Con la mirada, trató de escudriñar cada rincón en busca de alguna trenza negra y larga a la que pudiera acercarse para no sentirse tan insociable. Sin embargo, como esperaba, no le encontró por ningún lado. Parecía que Kayn siempre se las arreglaba para desaparecer durante cualquier situación escolar que requiriera la participación de una muchedumbre.

Su atención fue llamada de repente y se vio obligada a mirar al círculo que había en el centro del gentío, cuando la directora Fiora dio unos golpecitos al micrófono, tratando de comprobar si estaba prendido. Sí, sí lo estaba, lo rectificó cuando un estridente chirrido mecánico se propagó desde los altavoces. Algunos alumnos tuvieron que taparse los oídos ante el ruido.

Los chicos de nuevo ingreso empezaron a cuchichear con otros, confundidos. Se preguntaban la razón por la cual los profesores se habían encargado de suspender momentáneamente las clases de todos los estudiantes de instituto y reunirlos en el campus. Zoe, quien era una alumna experimentada, deseó responderle al curioso más cercano a ella, pero fue interrumpida de inmediato por la directora, que se le adelantó.

—Niños, por favor, guarden silencio —comenzó ella, con su característico acento francés bien marcado y una postura recta y primorosa—. ¡Guarden silencio! —reiteró luego de ser ignorada la primera vez.

Poco a poco, los cuchicheos fueron cesando, hasta que los focos de atención de la mayoría le pertenecieron a ella. Carraspeó la garganta.

—Como puedo ver, algunos de ustedes se hallan confundidos por la repentina interrupción de sus clases —comenzó, percibiendo la incertidumbre—. Los de nuevos cursos pueden no saberlo, pero en la Academia de Leyendas tenemos muy presentes ciertas fechas, en las que se celebran festejos anuales.

Zoe asintió ante el discurso que la directora emitía cada año durante las fechas indicadas. Casi podía adivinar las siguientes palabras. La elegante Fiora continuó:

—Y como podrán darse cuenta, el mes de Febrero va comenzando. El día de San Valentín se acerca y nosotros, como todos los años hemos decidido celebrar, después de las clases de ese día —recalcó estas últimas palabras, provocando suspiros de decepción en algunos que ya se visualizaban un día libre—, con un pequeño evento organizado por los profesores.

Lóbrego Endulzante || KaynXZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora