Capítulo 24

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Probablemente las personas tenían razón cuando decían que el sueño era el mejor consejero, porque por la mañana Wen Ning se sentía mucho más tranquilo con respecto a sus inquietudes de la noche anterior. Había sido una ridiculez sobre pensar las cosas, simplemente ayudaba a un alumno del colegio donde trabajaba y, por ahora, lo único que tenía que hacer era acompañar al joven a su recorrido en la universidad, después al estreno y gala de la obra y finalmente estarían de camino a Gusu el día siguiente.

Era una pena que su hermana no pudiera acompañarlos como estaba planeado; había demasiadas emergencias que requerían de su presencia en el hospital por lo que tuvo que acudir temprano a su trabajo en su día de descanso. En realidad no era lago fuera de lo común, solo esperaba que logrará llegar a tiempo para la función en la noche.

Por su parte logró llegar sin problemas a la dirección indicada por el joven en lo que parecía un lujoso complejo departamental que sabía era la residencia Nie. Casi inmediatamente a su llegada fue golpeado por la alegría y entusiasmo de Lan JingYi en la ventana del coche, quien había corrido directamente a él cuándo apenas logró estacionarse.

"¡¡Hushi!! ¡¡Buenos días!! ¿¡Esta listo para la aventura!? ¡¡Vamos a recorrer mis futuros dominios!!".

El joven saltaba emocionado sobre la ventanilla de su lado, Wen Ning se preocupaba de que fuera golpear su cabeza al saltar de ese modo, pero no sabía cómo parar el entusiasmo del menor.

"Buenos días joven JingYi. Por favor sea cuidadoso, puede lastimarse".

"¡¡Bien, vamos!!. Tengo que contarle todo sobre ayer. ¡¡Fue increíble!!".

El menor comenzó a contarle su encuentro con el director de la universidad de su interés mientras subía al auto y Wen Ning colocaba correctamente su cinturón de seguridad, ya que el joven parecía demasiado ocupado haciendo gestos con sus manos a medida que su historia avanzaba. Así que pronto se encontró a sí mismo conduciendo hacia la dirección de la universidad, mientras escuchaba el relato sobre una discusión hacia la crítica del fin de la composición de obras clásicas y la afirmación del declive de las artes, con la que el menor había logrado empatizar con el directivo de la universidad en su mutuo acuerdo de la falsedad de estas suposiciones.

Wen Ning se encontró prontamente contagiado del entusiasmo del menor e, inmerso en la conversación mientras agregaba de vez en cuando sus propias opiniones al respecto, olvidó cualquier resto de preocupación. No fue hasta que llegaron prácticamente a la puerta de la institución que el joven cayó en un momentáneo silencio, como si tratara de comprender algo que estaba fuera de lugar.

"¿Está todo bien joven JingYi?".

"Sí. Solo siento que olvidó algo y... ¡Ah!. ¡¡Wen Ning hushi!! ¿¡Su hermana no nos acompañaría hoy!?".

"Oh".

Wen Ning se regañó mentalmente por haber olvidado hacer esa aclaración desde que recogió al joven. Se había visto tan concentrado en manejar y escuchar al menor, que simplemente lo pasó por alto.

"Mis disculpas, pero mi hermana tuvo algunas emergencias en el hospital y me temo que no podrá acompañarnos esta tarde. Pero descuide, lo más probable es que podrá conocerla en la gala después de la función".

"Vaya, ¿no puede descansar ni en fin de semana? Eso es terrible".

"Me temo que no. Tomarse dos días de descanso es ya bastante inusual y, como directora del hospital, sus responsabilidades son más grandes que el resto de sus colegas. Después de todo no es un hospital pequeño".

Wen Ning noto que el menor lucía un poco decepcionado y ligeramente contrariado, como si algo le preocupara. Por fortuna no tuvo que esperar mucho para que el menor compartiera sus inquietudes con él

De errores y cosas no dichasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora